Bombardeos: ¿Una pausa para la paz o una estrategia de guerra?

El debate sobre el uso de bombardeos en Colombia se ha reabierto tras la decisión del presidente Gustavo Petro de suspenderlos como medida para avanzar en la política de "paz total". Sin embargo, el recrudecimiento de la violencia en algunas zonas del país ha generado dudas sobre la efectividad de esta estrategia.

La era Santos: bombardeos como táctica de guerra

Durante la presidencia de Juan Manuel Santos, los bombardeos fueron una herramienta clave en la lucha contra las guerrillas, especialmente las FARC. Entre 2005 y 2015, las Fuerzas Militares realizaron más de 1.000 bombardeos, acabando con la vida de importantes cabecillas, como 'Raúl Reyes', 'Mono Jojoy' y 'Alfonso Cano'.

La efectividad de los bombardeos en el debilitamiento de las FARC fue innegable. Sin embargo, también suscitaron críticas por sus víctimas civiles y su impacto ambiental.

La apuesta de Petro: la paz sin bombardeos

Gustavo Petro llegó a la presidencia con la promesa de poner fin al uso de los bombardeos como estrategia de guerra. Su argumento principal es que estos ataques ponen en riesgo la vida de niños y niñas, como ha ocurrido en otras ocasiones.

Además, Petro considera que los bombardeos obstaculizan los procesos de diálogo y negociación con los grupos armados, ya que envían un mensaje de violencia y desconfianza.

El dilema de las disidencias

El recrudecimiento de la violencia en algunas zonas del país, especialmente en el suroccidente, ha puesto en entredicho la efectividad de la política de "paz total" de Petro. Grupos disidentes de las FARC y otros grupos armados ilegales han aumentado sus acciones terroristas, generando preocupación entre la población y las autoridades.

Ante esta situación, algunos alcaldes, como el de Cali, Alejandro Éder, han solicitado al Gobierno que reactive los bombardeos para combatir a los grupos armados. Sin embargo, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, ha reiterado que los bombardeos siguen estando prohibidos si hay presencia de menores de edad.

Velásquez reconoció que esta precaución tiene un "efecto perverso", ya que los grupos armados utilizan a los niños y niñas como escudos humanos. No obstante, insistió en que "con menores no se bombardea" y que las Fuerzas Armadas deben actuar con inteligencia para evitar riesgos a la población civil.

¿Bombardeos sí o no?

El debate sobre los bombardeos en Colombia es complejo y no tiene respuestas fáciles. Por un lado, los bombardeos han demostrado ser una herramienta efectiva para debilitar a los grupos armados ilegales. Sin embargo, por otro lado, también conllevan riesgos para la población civil y pueden obstaculizar los procesos de paz.

El Gobierno de Petro se enfrenta a un difícil dilema: mantener su compromiso de no bombardear para preservar la vida de los niños y niñas, o reactivar los bombardeos para combatir a los grupos armados ilegales que amenazan la seguridad del país.

En última instancia, la decisión sobre el uso de los bombardeos es una decisión política que debe ser tomada con responsabilidad y teniendo en cuenta todas las implicaciones.