El incremento del diésel genera impacto en la inflación y las finanzas públicas
El Gobierno Nacional anunció el ajuste en el costo del diésel, medida necesaria para evitar que las finanzas públicas sigan deteriorándose. Este incremento tendrá un impacto en la inflación, aunque no se estima que sea de grandes proporciones.
El Ministerio de Hacienda estima que por cada 2.000 pesos que suba el precio del diésel habría un impacto del 0,3% en la inflación, que en julio pasado se ubicó en el 6,86%. Sin embargo, el primer ajuste en el precio de este combustible utilizado principalmente por transportadores de carga y pasajeros estuvo por debajo de ese nivel y en línea con la baja de los costos del barril de petróleo en los mercados internacionales.
El Ministerio de Hacienda también calcula que el déficit del Fondo para la Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC) alcanzará los 11,3 billones de pesos con la implementación del alza escalonada en el precio del diésel. Un ajuste propuesto de 2.000 pesos en el precio de dicho combustible en septiembre reducirá el déficit fiscal relacionado con este en 1,3 billones, según cálculos de Anif.
Impacto en el sector del transporte
La decisión del Gobierno de ajustar el costo del diésel no fue concertada con el gremio camionero del país, que argumentó que un alza en las proporciones planteadas por el Ejecutivo les generaría millonarias pérdidas en su operación, impactando el costo del transporte y, por ende, el bolsillo de los colombianos.
Henry Cárdenas, presidente de Fedetranscarga, advierte que por cada 2.000 pesos que suba el precio del diésel, la tarifa de los fletes se incrementaría en un 8%, un sobrecosto difícil de trasladar a los generadores de carga. Por ello, antes del anuncio del Gobierno, realizaron protestas y plantones en todo el país.
Perspectiva del sector económico
Los economistas del centro de estudios económicos Anif reconocen las implicaciones que esta medida tendría para el sector del transporte y otros sectores económicos. Sin embargo, consideran que eliminar el subsidio a este combustible es la medida más responsable a largo plazo, teniendo en cuenta la inflación en franco decrecimiento y la delicada situación de las finanzas públicas.
Los ajustes en los precios de la gasolina fueron el primer paso para corregir el déficit generado por el fondo. Actualmente, el galón de gasolina ronda los 16.000 pesos. Ahora, con el ajuste del diésel, cuyo costo promedio se elevó a 11.360 pesos, se espera un segundo incremento antes de junio de 2025 y un tercero antes de finalizar el próximo año.
Colombia tiene uno de los precios más bajos de este combustible (11.360 pesos) en la región, donde en países como Uruguay y México los costos alcanzan cerca de los 20.000 pesos.