Aumentan las restricciones para los vehículos eléctricos en Colombia
A pesar de que el discurso del Gobierno se centra en la transición energética del sector automotor, los anuncios recientes van en dirección contraria. Uno de los más recientes es el aumento del IVA para los vehículos eléctricos, del 5% actual al 19% general.
Esta medida, incluida en la nueva reforma tributaria que prepara el Gobierno para recaudar 12 billones de pesos el próximo año, no ha sido bien recibida por los diferentes gremios del sector. Según la Asociación Colombiana de Concesionarios Automotrices (Aconauto), un mayor impuesto dificultaría el efecto positivo de estas tecnologías y reduciría las ventas.
Jaime Alberto Cabal, presidente de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), opina que un impuesto de esta magnitud afectará aún más al sector automotor, que se está recuperando tras 18 meses de caídas gracias a los vehículos eléctricos.
Impacto en el medio ambiente
El Ministro de Comercio, Luis Carlos Reyes, justifica la subida del IVA alegando que el Ministerio de Ambiente considera que los vehículos eléctricos tienen bajos beneficios ambientales y pueden contaminar tanto como los coches convencionales.
Sin embargo, Oliverio García, expresidente de la Asociación Nacional de Movilidad Sostenible (Andemos), argumenta que estos vehículos son más ecológicos y consumen menos combustible, ya que su desplazamiento es asistido por un dispositivo eléctrico.
Restricciones adicionales
Además del aumento del IVA, hay otros anuncios que van en contra de la transición energética del sector. En junio del año pasado, el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo publicó un proyecto de decreto que pretendía eliminar el beneficio arancelario del 0% para la importación de vehículos eléctricos procedentes de países con los que Colombia no tiene acuerdos comerciales, como China y Japón.
Aunque este proyecto no prosperó, la cartera de Comercio tiene la intención de eliminar el Acuerdo de Complementación Económica, que regula las relaciones comerciales con Brasil y permite la importación de vehículos mediante un cupo sin aranceles.
Además, existe la problemática del cupo. Solo las primeras 3.000 unidades anuales importadas de vehículos eléctricos tienen un gravamen arancelario del 5% hasta el 2027, una cifra insuficiente para los gremios del sector.
En el actual paro camionero, se está negociando nuevamente la política 1x1, que exige la desintegración de un vehículo antiguo como condición para registrar uno nuevo. Según García, esta política desalienta la inversión en vehículos eléctricos y otras alternativas energéticas sostenibles.
En conclusión, el Gobierno colombiano está enviando señales contradictorias sobre su compromiso con la transición energética del sector automotor. Mientras que los discursos se centran en la necesidad de reducir las emisiones, las medidas recientes dificultan la adopción de tecnologías más ecológicas.