El Niño puso a prueba el sistema eléctrico colombiano, pero las térmicas garantizaron el suministro
El fenómeno de El Niño que enfrentó Colombia entre noviembre de 2023 y los primeros meses de 2024 puso a prueba el sistema eléctrico del país, una prueba que fue superada sin mayores contratiempos, pese a las alertas que surgieron sobre un posible racionamiento.
Esto fue posible gracias a la confiabilidad que brindaron las térmicas cuando la fuerte sequía impidió que las hidroeléctricas pudieran operar al 100 por ciento. Es decir, garantizaron que los colombianos no se quedaran sin energía en momentos críticos.
Las térmicas, un seguro para el sistema eléctrico
"Las térmicas están para dar confiabilidad y soporte al sistema, para garantizarles a los usuarios que somos capaces de tener energía eléctrica 24/7 durante los 365 días del año", destaca Alejandro Castañeda, presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Empresas Generadoras (Andeg).
En condiciones normales, las hidroeléctricas generan cerca del 70 por ciento de la energía que se consume en el país, pero cuando los embalses se comienzan a secar por un fenómeno de El Niño, su aporte disminuye. Por su parte, las termoeléctricas generan normalmente un 20 por ciento.
Sin embargo, este año los papeles se invirtieron porque los embalses llegaron a tocar un mínimo de 28,5 por ciento el 18 de abril, el nivel más bajo en los últimos 40 años.
Mientras que la generación de energía de las hidroeléctricas bajó hasta un 43 por ciento, la de las térmicas llegó a superar el 52 por ciento el pasado 25 de abril, y la de energías renovables no convencionales fue del 5 por ciento.
"Fuimos ese seguro para que el país pudiera atender la demanda y no tuviéramos que enfrentar un racionamiento. Además, deja sobre la mesa una realidad y es que el sector térmico, especialmente la generación a carbón, es fundamental para garantizar la confiabilidad del país", resalta José David Montoya, presidente de Termotasajero.
Más de 30 termoeléctricas operan en Colombia
En Colombia operan más de 30 termoeléctricas a gas natural, carbón y combustibles líquidos, que suman una capacidad instalada aproximada de 6.000 megavatios (29 por ciento del total). Solo las de carbón, son 1.750 megavatios en 13 unidades de generación.
Termotasajero es una de estas térmicas a carbón y está ubicada en el municipio de San Cayetano, Norte de Santander. Estuvo generando prácticamente durante 12 meses continuos por los efectos del fenómeno de El Niño, produciendo la energía que consumen alrededor de 2,5 millones de colombianos.
"Sin generación térmica, el sistema habría colapsado. Si la térmica no existiera, en octubre del año pasado nos hubiese tocado apagar el país y comenzar a racionar la energía, como pasó entre 1991 y 1992", asegura Alejandro Castañeda.
Las térmicas a carbón, una energía más económica
Además de ofrecer confiabilidad, las térmicas a carbón generan una energía más económica frente a otros combustibles como el gas natural, que es cuatro veces más costoso que el precio del carbón.
"Las carboeléctricas no solo son un seguro, sino que son un seguro a precios justos que nos permiten atender la demanda de un país. El carbón para Colombia es la garantía de poder entregar una energía a unos precios eficientes y con una confiabilidad máxime", señala Andrés Wolf, gerente general de la Compañía Eléctrica de Sochagota, encargada de operar Termopaipa IV, en Boyacá.
El Gobierno plantea convertir las carboeléctricas en térmicas a gas natural
En diferentes oportunidades el Gobierno Nacional ha planteado la posibilidad de convertir las carboeléctricas en térmicas a gas natural, ya que es considerado el combustible para la transición energética.
Sin embargo, desde Andeg no ven viable esta alternativa por las bajas reservas de gas natural que tiene Colombia actualmente.
De acuerdo con la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), la autosuficiencia en gas natural cayó considerablemente a 6,1 años al cierre de 2023, pues un año atrás era de 7,2 años.
"Mientras no haya más descubrimientos de gas natural y aumenten las reservas, es muy difícil que haya esa migración, porque los inversionistas siempre buscarán tener su central de generación cerca de una producción de gas importante y de una conexión al Sistema Nacional de Transporte", afirma el presidente ejecutivo de Andeg.
Esto significa que actualmente no se tiene una disponibilidad comercial para que estas termoeléctricas puedan tomar la decisión de dejar el carbón.
Incluso, algunas plantas de la región Caribe, como Termocandelaria, Tebsa y Termoflores, operan con gas natural importado a través de la Planta de Regasificación de Cartagena.
Por estas razones, convertir a Termotasajero en una termoeléctrica a gas natural sería imposible, pues Norte de Santander no tiene conexión al Sistema Nacional de Transporte, lo cual impide que la térmica pueda tener acceso a gas natural.
Además, José David Montoya señala que este departamento tiene una cantidad muy importante de carbón y no tiene mucho sentido dejarlo enterrado en el subsuelo cuando el aporte de Colombia a las emisiones mundiales es prácticamente cero.