Los 25 años del Protocolo de Cartagena, con el que se encaró el asunto global de los transgénicos
El Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la Biotecnología es un acuerdo internacional que regula el movimiento transfronterizo de organismos vivos modificados (OVM) resultantes de la biotecnología moderna. Fue adoptado el 29 de enero de 2000 en Montreal, Canadá, y entró en vigor el 11 de septiembre de 2003.
El Protocolo tiene como objetivo garantizar que la transferencia, manipulación y utilización de OVM se lleven a cabo de una manera segura para la salud humana y el medio ambiente. También tiene como objetivo promover la participación pública en la toma de decisiones sobre OVM.
El Protocolo de Cartagena en Colombia
Colombia es uno de los 173 países que han ratificado el Protocolo de Cartagena. El país adoptó el Protocolo mediante la Ley 982 de 2005. La implementación del Protocolo en Colombia es responsabilidad del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA).
El ICA ha establecido un sistema nacional de bioseguridad para regular el uso de OVM. El sistema incluye un registro nacional de OVM, un sistema de monitoreo y evaluación de riesgos, y un mecanismo de consulta pública.
El Protocolo de Cartagena ha sido un instrumento importante para garantizar la seguridad de la biotecnología en Colombia. El Protocolo ha ayudado a promover la participación pública en la toma de decisiones sobre OVM y ha contribuido a fortalecer el sistema nacional de bioseguridad.
Los retos del Protocolo de Cartagena
A pesar de los avances logrados, el Protocolo de Cartagena aún enfrenta algunos retos. Uno de los retos es la falta de implementación efectiva en algunos países. Otro reto es la necesidad de abordar nuevas tecnologías, como la edición genética.
A pesar de estos retos, el Protocolo de Cartagena sigue siendo un instrumento importante para garantizar la seguridad de la biotecnología. El Protocolo proporciona un marco para la cooperación internacional y ayuda a promover la participación pública en la toma de decisiones sobre OVM.