¿Qué sucede con las concesiones de aguas subterráneas en Bogotá y quién las consume?
Bogotá cuenta con 64 concesiones de aguas subterráneas, principalmente destinadas a uso industrial. Sin embargo, la ciudad se enfrenta a una escasez de agua superficial, lo que ha llevado a un aumento de la dependencia de las aguas subterráneas.
Escasez de agua superficial
Bogotá se enfrenta a una escasez de agua superficial debido a varios factores, entre ellos el cambio climático, la deforestación y la contaminación. El cambio climático está provocando cambios en los patrones de precipitaciones, lo que lleva a sequías más frecuentes e intensas. La deforestación también está contribuyendo a la escasez de agua, ya que los árboles ayudan a regular el ciclo del agua y retienen la humedad del suelo. Además, la contaminación de los ríos y embalses de la ciudad dificulta el uso de estas fuentes de agua.
Aumento de la dependencia de las aguas subterráneas
Ante la escasez de agua superficial, Bogotá ha aumentado su dependencia de las aguas subterráneas. Las aguas subterráneas son aguas que se encuentran bajo la superficie de la tierra en acuíferos. Si bien las aguas subterráneas pueden ser una fuente valiosa de agua, también pueden ser vulnerables a la contaminación y al agotamiento.
Concesiones de aguas subterráneas
Las concesiones de aguas subterráneas son permisos otorgados por el gobierno para extraer agua de acuíferos. En Bogotá, existen 64 concesiones de aguas subterráneas, principalmente destinadas a uso industrial. Sin embargo, algunas concesiones también se utilizan para consumo humano y otros fines.
Preocupaciones por la sostenibilidad
Existen preocupaciones sobre la sostenibilidad de las concesiones de aguas subterráneas en Bogotá. El aumento de la extracción de aguas subterráneas puede provocar el agotamiento de los acuíferos y la subsidencia del terreno. Además, la contaminación de las aguas subterráneas puede poner en riesgo la salud de las personas y el medio ambiente.
Medidas para abordar la escasez de agua
La ciudad de Bogotá está tomando medidas para abordar la escasez de agua. Estas medidas incluyen el aumento de la eficiencia del uso del agua, la inversión en infraestructura hídrica y la promoción de la conservación del agua. Además, la ciudad está trabajando para reducir la contaminación de las fuentes de agua superficial.