Gustavo Petro reitera su rechazo a los contratos de exploración de petróleo y gas
El presidente Gustavo Petro se mantiene firme en su postura contra la firma de nuevos contratos de exploración de petróleo y gas en Colombia. Así lo expresó durante una reunión con representantes de la Organización de Estados Americanos (OEA), celebrada en Bogotá.
"Analizar cómo nuestras economías se desligan del carbón y del petróleo, porque se trata de la vida del planeta". A mí me destrozan cada vez que digo esto. Porque me dicen ‘que los contratos de exploración de petróleo y gas ¿dónde están?’ Y yo no quiero", indicó Petro.
El mandatario señaló que, de continuar con la dependencia de los combustibles fósiles, el mundo estaría "expuesto a la muerte total de la especie humana" en un plazo de 10 a 15 años.
Petro ya había expresado su posición contraria a la exploración petrolera el pasado 4 de octubre, cuando realizó un "exorcismo" a Ecopetrol tras el hallazgo de un pozo de gas.
Sin embargo, la postura del presidente se enfrenta a la realidad del país, que actualmente importa gas y combustibles y carece de un plan claro para la transición energética.
Críticas y preocupaciones
Las declaraciones de Petro han generado críticas por parte de sectores empresariales y analistas, quienes advierten que la dependencia de las importaciones de energías no renovables podría afectar la seguridad energética del país.
Por su parte, el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, ha reconocido la necesidad de una transición energética gradual, pero ha insistido en que Colombia debe seguir explotando sus recursos naturales mientras se desarrollan fuentes alternativas.
El futuro de la transición energética en Colombia
El gobierno de Petro ha anunciado que presentará un proyecto de ley de transición energética, que establecerá una hoja de ruta para el país hacia una economía baja en carbono.
Sin embargo, los detalles del proyecto aún no se conocen y su aprobación dependerá de los debates en el Congreso de la República.
Mientras tanto, la industria petrolera continúa operando en Colombia y el país sigue dependiendo de los ingresos generados por la exportación de crudo.