La Nueva EPS, una de las entidades de salud más importantes de Colombia, está implementando una medida drástica al suspender temporalmente los pagos a 144 Instituciones Prestadoras de Salud (IPS) en todo el país. Esta decisión responde a la detección de inconsistencias significativas en los montos radicados por estas instituciones, que han superado los promedios habituales de manera alarmante.

Desde el 29 de julio, Nueva EPS ha iniciado un proceso de revisión detallada de las facturas radicadas por las IPS, descubriendo aumentos notables en los montos solicitados. Esta situación ha llevado a la EPS a suspender los pagos adicionales hasta que se resuelvan las discrepancias detectadas. La medida tiene como objetivo asegurar la transparencia y la correcta administración de los recursos destinados al sector salud.

El Dr. Julio Alberto Rincón Ramírez, Agente Interventor de la EPS, destaca que la decisión busca proteger los recursos del sistema de salud y garantizar que cada pago se ajuste a los lineamientos establecidos. En declaraciones recientes, Rincón ha afirmado que “esta decisión reafirma nuestro compromiso con la eficiencia y la transparencia en el manejo de los recursos. Trabajamos constantemente para que cada centavo se utilice de manera óptima en beneficio de nuestros afiliados.”

La suspensión de pagos permanecerá en efecto hasta el 13 de septiembre, período durante el cual se están llevando a cabo mesas de conciliación para revisar y corregir los valores radicados. Estas mesas están diseñadas para esclarecer los montos pendientes y resolver cualquier discrepancia que pueda existir entre las IPS y la EPS.

En el proceso, las IPS afectadas recibirán prioridad para asegurar una pronta resolución. La EPS está trabajando estrechamente con cada institución para ajustar las facturas y llegar a acuerdos que permitan regularizar los pagos pendientes.

La medida está afectando a IPS en varias ciudades importantes del país, incluyendo Pasto, Bucaramanga, Tunja, Neiva, Medellín, Ibagué, Santa Marta y Cartagena. En Bogotá, también se encuentran tres hospitales, incluyendo el Hospital Militar Central, entre los afectados. Este amplio alcance de la suspensión refleja la magnitud de las irregularidades encontradas y la necesidad urgente de controlar los costos.

La suspensión de pagos se enmarca en una intervención más amplia ordenada por la Superintendencia Nacional de Salud en abril de 2024, debido a problemas financieros graves en la EPS. La entidad había estado enfrentando una crisis derivada de problemas en la facturación y el pago a prestadores de servicios, lo que llevó a la necesidad de auditar exhaustivamente las facturas y los pagos.

Rincón también ha señalado que durante la intervención se encontraron casos de facturación exagerada y duplicada, que han contribuido a la crisis financiera. Estos problemas han puesto de relieve la necesidad de una revisión profunda y de medidas correctivas para estabilizar la situación financiera de la EPS.