La reforma tributaria se enfoca en gravar bebidas azucaradas, alimentos ultraprocesados y plásticos
Con el objetivo de mitigar externalidades negativas sobre la salud y el medioambiente, la reforma tributaria del gobierno de Gustavo Petro creó el impuesto a las bebidas azucaradas, el de los alimentos ultraprocesados y el que obliga a pagar más por el plástico de un solo uso.
Bebidas azucaradas
El impuesto a las bebidas azucaradas entró en vigencia en noviembre de 2023 y grava las gaseosas, los líquidos a base de malta, los refrescos, los zumos y néctares de fruta, los energizantes y las aguas saborizadas, entre otras. La tarifa varía según el nivel de azúcar añadido por cada 100 mililitros (ml). Para 2024, los valores son 0, 28 y 55 pesos, respectivamente, y para 2025 serán 0, 38 y 65 pesos.
Alimentos ultraprocesados
La reforma tributaria también impone un impuesto a los alimentos ultraprocesados, que entró en vigor en 2023 y aumentará gradualmente hasta 2025. La tarifa actual es del 10%, y pasará al 15% en 2024 y al 20% en 2025. Este impuesto aplica a productos con un alto contenido de azúcares añadidos, sodio o grasas saturadas, como el chocolate de mesa, las salchichas, las chocolatinas, las papitas y las rosquitas.
Plástico de un solo uso
El impuesto al plástico de un solo uso también entró en vigor en 2023, pero su declaración y pago se están realizando este año. El nuevo impuesto grava los envases, embalajes y empaques, y equivale a 1,9 pesos por gramo de plástico utilizado. Esto significa que algunos productos están siendo doblemente impactados, como las bebidas azucaradas que vienen en botellas de plástico.
Recaudo e impacto
Según datos de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN), a marzo de 2024, el recaudo de estos tres nuevos impuestos asciende a 728.123 millones de pesos: 81.182 millones de pesos provienen del gravamen a las bebidas, 583.122 millones de pesos de los alimentos ultraprocesados y 63.819 millones de los plásticos. Estas cifras están en línea con la meta establecida para este año, que es recaudar alrededor de 3 billones de pesos por los tres impuestos.
La reforma tributaria también introduce cambios en materia de renta para las personas que ganen más de 10 millones de pesos, así como un impuesto al patrimonio para quienes tengan un patrimonio líquido superior a 3.388 millones de pesos. Estos cambios entrarán en vigor a partir de 2024.