La preocupación por la licencia menstrual en la reforma laboral podría disminuir la contratación de mujeres
En el marco de la discusión de la reforma laboral en Colombia, uno de los temas que ha generado debate es la inclusión de una licencia remunerada para las mujeres durante su periodo menstrual. Si bien la iniciativa busca proteger los derechos de las mujeres y reconocer las molestias propias de este proceso biológico, también ha suscitado preocupaciones sobre sus posibles efectos en la contratación femenina.
Impacto en la contratación
Expertos advierten que la implementación de una licencia menstrual obligatoria sin la debida reglamentación podría crear una barrera para la contratación de mujeres. Los empleadores podrían verse desincentivados a contratar mujeres en edad fértil ante la posibilidad de ausencias periódicas. Esto podría tener un impacto negativo en las oportunidades laborales para las mujeres, particularmente en sectores donde la asistencia regular es crucial.
Importancia de la regulación
Para mitigar los posibles efectos negativos, es esencial establecer una regulación clara y flexible que permita a las mujeres acceder a la licencia cuando sea necesario, sin que ello afecte su empleabilidad. Esto podría incluir requisitos de acreditación médica o la posibilidad de acumular horas de licencia para usarlas en periodos de molestias más intensas.
Experiencias internacionales
En varios países donde se han implementado licencias menstruales, como Japón y Corea del Sur, se han observado resultados mixtos. Algunos estudios sugieren una disminución en la contratación de mujeres, mientras que otros no han encontrado un impacto significativo. La experiencia internacional demuestra la importancia de un cuidadoso diseño y regulación para evitar consecuencias no deseadas.
Conclusión
La inclusión de una licencia menstrual en la reforma laboral colombiana es un paso importante para reconocer las necesidades específicas de las mujeres. Sin embargo, es crucial abordar las preocupaciones sobre su potencial impacto en la contratación femenina. Una regulación adecuada y flexible es esencial para equilibrar los derechos de las mujeres con las necesidades del mercado laboral.