La Agencia Nacional de Tierras (ANT) proyecta entregar más de mil hectáreas de tierra a campesinos en el departamento colombiano del Atlántico durante 2025. Esta iniciativa es parte de un plan más amplio de reforma agraria que busca mejorar la calidad de vida de las comunidades rurales y promover el desarrollo económico en la región.
Logros en 2023
Durante el año 2023, la ANT ha logrado avances significativos en la entrega de tierras a campesinos en el Atlántico. Se han entregado más de 800 hectáreas, lo que ha permitido a las familias cultivar alimentos en sus propias tierras y contribuir a la seguridad alimentaria del país.
Entrega de Títulos Colectivos
Uno de los logros más importantes es la entrega de un Título Colectivo de 283 hectáreas a 42 familias del Consejo Comunitario Afrocolombiano de Bajo de Polo, ubicado en el municipio de Repelón.
Adjudicación de Predios Baldíos
Además, se han adjudicado 23 predios baldíos ubicados en varios municipios del Atlántico, que suman 157 hectáreas para el uso de 27 familias campesinas.
Planes para 2025
La ANT tiene como objetivo continuar con la entrega de tierras a campesinos y comunidades étnicas durante 2025. Para lograr esto, la entidad planea evaluar más de mil hectáreas de terrenos en varios municipios del Atlántico para su posible adquisición.
Formalización de la Ocupación de Tierras
La ANT también trabajará en la caracterización de predios baldíos nacionales y bienes fiscales patrimoniales para regularizar y formalizar la ocupación de familias campesinas.
Comités de Reforma Agraria
Para garantizar la participación de las comunidades en el proceso de reforma agraria, la ANT está conformada por Comités Municipales y Departamentales de Reforma Agraria. Estos comités están integrados por delegados de víctimas del conflicto, campesinos, mujeres rurales, jóvenes y comunidades étnicas.
Beneficios de la Reforma Agraria
La reforma agraria en el Atlántico tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de las comunidades rurales, promover el desarrollo económico y garantizar el acceso a la tierra para quienes la trabajan. Las comunidades beneficiarias pueden ahora cultivar sus propios alimentos, generar ingresos y contribuir al desarrollo sostenible de su territorio.