La construcción de la línea contó con un avance del 26% al final de la administración de Claudia López y reportó una ejecución del 29% casi un mes después de la toma de posesión por parte del alcalde Carlos Fernando Galán. El compromiso por parte de las autoridades con el proyecto es firme, y su finalización técnica se espera para septiembre de 2027, con inicio de operaciones comerciales en marzo de 2028.
Una auditoría de cumplimiento se ha instalado para revisar las obras y contrataciones relacionadas con las troncales de la carrera 68 y la Avenida Ciudad de Cali, así como la extensión de la Avenida Caracas hasta Usme. El objetivo es evaluar si se han cumplido con los requisitos legales y las responsabilidades de los contratos, y si las obras ejecutadas coinciden con el objeto y alcance contractual y los estándares de calidad.
Los retrasos no son únicamente cronológicos, sino que vienen acompañados de desafíos financieros y técnicos. Los funcionarios han puesto de manifiesto la falta de claridad en la localización y disposición de las redes de la ciudad, lo cual ha sido uno de los obstáculos principales para avanzar según lo planificado. En adición, la gestión predial y ambiental están bajo evaluación para asegurar su adecuado desempeño.
Tras visitar las instalaciones del Patio Taller de la Primera Línea del Metro, se destacó que, aunque se han presentado retrasos en la compra de predios y movilización de redes, hay optimismo en que la ejecución de estructuras prefabricadas necesarias para la línea siguen su curso. Así mismo, se examinará la calidad de la fabricación y la instalación de más de 5.800 pilotes, de los cuales 800 ya han sido construidos e instalados.
Compromiso y Expectativas
Carlos Fernando Galán, actual alcalde de Bogotá, ha reafirmado su compromiso con la continuación del Metro, reflejando las expectativas de la ciudadanía por un sistema de transporte masivo eficiente. No obstante, existen preocupaciones en el horizonte. Estudios han detectado problemas para la ejecución del tramo elevado por la Avenida Caracas, sugiriendo que la mejor alternativa sería un tramo subterráneo por la carrera 13, destacando posibles sobrecostos y demoras debidas a la complejidad de las obras.
El seguimiento continuará para salvaguardar el correcto uso de los fondos públicos y asegurar el éxito de la primera línea del metro, un proyecto clave para la modernización de la infraestructura de transporte de Bogotá.