Ampliación del Centro Especial de Reclusión (CER) en Bogotá: Un proyecto en riesgo
La ciudad de Bogotá se encuentra enfrentando serios desafíos en la gestión de su sistema penitenciario. Las Unidades de Reacción Inmediata (URI) y las estaciones de policía están operando a niveles de hacinamiento alarmantes, superando en muchos casos el 150% de su capacidad. Esta crisis se agudiza mientras la ampliación del Centro Especial de Reclusión (CER) en Puente Aranda, una obra clave para aliviar esta situación, sigue acumulando retrasos.
Según informes de la Personería de Bogotá, las URI y estaciones de policía están al borde del colapso debido al exceso de reclusos. El INPEC, por su parte, reporta un hacinamiento significativo en las cárceles La Modelo (41%), El Buen Pastor (37%) y La Picota (22%). Este panorama evidencia una necesidad urgente de ampliar la capacidad de reclusión en la capital.

Un proyecto con buenas intenciones, pero con resultados inciertos
La ampliación del CER, una iniciativa del Distrito para agregar 273 nuevos cupos a los 216 ya existentes desde 2022, se presenta como una solución crucial. Sin embargo, el proyecto ha sufrido importantes contratiempos. La Contraloría de Bogotá ha detectado un retraso significativo, indicando que la obra, con una inversión de más de 13 mil millones de pesos, debía haberse entregado el 28 de febrero pasado. Ahora, la fecha estimada de finalización se ha movido al 28 de junio, generando sobrecostos de más de 400 millones de pesos.
La Contraloría, liderada por Julián Ruiz, está llevando a cabo una auditoría exhaustiva de los contratos de obra e interventoría del CER. «Para la Contraloría de Bogotá no es concebible que, mientras las URI y las estaciones de policía están colapsadas, el CER siga sin abrirse, acumulando prórrogas. Mientras delitos como el hurto y la extorsión siguen en aumento en la ciudad, espacios destinados para la privación de la libertad de los presuntos delincuentes siguen sin entrar en funcionamiento», puntualizó la entidad, según lo reportado por El Tiempo.

¿Qué está frenando la ampliación del CER?
La Secretaría de Seguridad ha reconocido los retrasos en la ejecución del contrato, que originalmente tenía un plazo de 13 meses. Según la entidad, los contratistas atribuyen las demoras a varios factores, entre ellos:
- Trámites burocráticos: Retraso en la aprobación de la tala de árboles por parte de la Secretaría Distrital de Ambiente.
- Problemas de diseño: Falta de respuestas oportunas a las aclaraciones de los estudios y diseños.
- Incidentes internos: Adopción de recomendaciones de la ARL tras un amotinamiento en el CER.
- Restricciones operativas: Suspensión temporal de actividades por visitas de privados de la libertad.
- Factores externos: Afectación por condiciones climáticas, cierre temporal de botaderos y paro de transportadores.
A pesar de estos argumentos, la interventoría ha evidenciado un atraso del 11% en el cronograma de construcción al 28 de marzo. La Secretaría de Seguridad está «realizando la valoración técnica, jurídica y financiera con el fin de establecer si en la ejecución contractual tanto de la fase de estudios y diseños o la de obra se ha causado un perjuicio cuantificable a la entidad», según información proporcionada por la misma entidad.
Implicaciones y posibles soluciones
El retraso en la ampliación del CER tiene consecuencias directas en la capacidad de las autoridades para gestionar la seguridad en Bogotá. La sobrepoblación en las estaciones de policía dificulta la labor de los agentes y pone en riesgo la integridad de los detenidos. Según El Tiempo, estaciones como Kennedy (627%), Bosa (543%) y Usaquén (360%) operan muy por encima de su capacidad.
El impacto en las estaciones de Policía
La situación actual en las estaciones de policía de Bogotá es crítica. El hacinamiento no solo dificulta las operaciones policiales, sino que también plantea serios problemas de salubridad y seguridad. Los retrasos en la ampliación del CER prolongan esta crisis, generando un círculo vicioso que dificulta la gestión de la delincuencia en la ciudad.
¿Qué se puede hacer?
La Secretaría de Seguridad se enfrenta al desafío de acelerar la finalización de la obra y garantizar que los nuevos cupos estén disponibles lo antes posible. Esto implica:
- Agilizar los trámites burocráticos: Coordinar con la Secretaría Distrital de Ambiente para resolver cualquier problema pendiente relacionado con la tala de árboles.
- Resolver problemas de diseño: Agilizar la respuesta a las aclaraciones de los estudios y diseños para evitar nuevos retrasos.
- Mejorar la coordinación: Establecer una comunicación más fluida entre los contratistas, la interventoría y la Secretaría de Seguridad para identificar y resolver problemas de manera oportuna.
- Implementar planes de contingencia: Desarrollar estrategias para mitigar el impacto de factores externos, como las condiciones climáticas y los paros de transportadores.
Solo a través de una gestión eficiente y coordinada será posible superar los obstáculos y poner en funcionamiento la ampliación del CER, contribuyendo así a aliviar el hacinamiento en las estaciones de policía y mejorar la seguridad en Bogotá.
Según Luis Miguel Castellanos Barragán (2024), periodista de El Tiempo, la Contraloría de Bogotá está vigilando de cerca la situación y espera que la Secretaría de Seguridad tome las medidas necesarias para cumplir con los plazos establecidos.
Este artículo se basa en información proporcionada por El Tiempo, una fuente confiable de noticias en Colombia.
Referencias
El Tiempo. (s.f.). Obra del Distrito que ayudaría a reducir el hacinamiento en Bogotá no fue entregada a tiempo. Recuperado de https://www.eltiempo.com/bogota/las-demoras-que-tienen-en-lios-la-obra-de-ampliacion-del-centro-especial-de-reclusion-de-bogota-3441979