Nelson Polanía, más conocido como "Polilla", ha compartido recientemente dos experiencias extrañas que ha vivido tras la muerte de su esposa, la también humorista La Gorda Fabiola, quien falleció el pasado 19 de septiembre tras enfrentar complicaciones de salud.
En medio de su regreso al programa radial "La Luciérnaga", Polanía confesó que las últimas semanas han sido difíciles tras la partida de su esposa, con quien compartió 28 años de matrimonio. Sin embargo, también reveló algunas experiencias inusuales que ha tenido desde entonces.
La mirada de Natilla
Polanía relató que una de las experiencias ocurrió en la vivienda que compartía con La Gorda Fabiola, donde se encontraba su mascota, Natilla, una perrita a la que la humorista tenía un gran cariño.
Según Polanía, durante la última noche del novenario en honor a su esposa, notó que Natilla fijaba su mirada en un punto extraño. "Estaba acostada en el sofá, se paró y miró hacia la puerta", contó.
El humorista asegura que la mascota mantuvo su mirada en un espacio vacío y siguió una trayectoria como si algo se hubiera alejado por el pasillo del apartamento. "Lo vi y me dio escalofrío", afirmó.
El bonsái marchito
Otra experiencia que compartió Polanía está relacionada con un detalle que recibió La Gorda Fabiola días antes de su fallecimiento: un bonsái.
El humorista recordó que, aproximadamente 15 días antes de la muerte de su esposa, alguien le había regalado un hermoso bonsái. Sin embargo, luego del repentino fallecimiento de La Gorda Fabiola, el estado de la planta cambió abruptamente.
Polanía señaló que las hojas del bonsái se cayeron todas, dejando solo el tallo desnudo.
Estas experiencias han generado conmoción en Polanía, quien asegura que aún está asimilando la ausencia de su esposa. "No han sido días fáciles, pero estoy tratando de sobrellevarlo", expresó.
Las vivencias de Polanía han resonado entre sus seguidores, quienes han expresado su apoyo y cariño en estos momentos difíciles.