Con la llegada de septiembre, las oficinas en Colombia empiezan a llenarse de decoraciones alusivas al Día de Amor y Amistad, una celebración que, a diferencia de otros países, se conmemora en este mes y no en febrero. Esta tradición, profundamente arraigada en la cultura colombiana, tiene sus orígenes en la necesidad de fomentar lazos de amistad y amor en un entorno donde la salud ocupacional es cada vez más relevante.
El Día de Amor y Amistad en Colombia es una festividad que data de la década de 1960, cuando el comercio decidió aprovechar la baja en ventas de septiembre para promover un día dedicado al amor y la amistad, similar al Día de San Valentín que se celebra en febrero en gran parte del mundo. Sin embargo, en Colombia, septiembre fue el mes elegido debido a que no coincidía con ninguna otra festividad importante, permitiendo que este día se consolidara en el calendario de celebraciones nacionales.
Esta celebración no solo se limita al ámbito personal, sino que también ha encontrado un lugar importante en los espacios laborales. Las oficinas de todo el país se preparan para recibir esta fecha con decoraciones que van desde globos, carteles y flores, hasta actividades recreativas diseñadas para reforzar los lazos entre compañeros de trabajo.
La elección de septiembre para celebrar el Día de Amor y Amistad no es casualidad. La decisión de no celebrarlo en febrero, como es común en otros países, obedece a la intención de crear una fecha única para los colombianos, alejándola del Día de San Valentín. Esto permite a las empresas y a los comercios enfocar sus estrategias de mercadeo y ventas en una época del año que, tradicionalmente, no tiene otras celebraciones importantes. Esta estrategia ha sido exitosa, ya que ha permitido que el Día de Amor y Amistad se convierta en una de las fechas más esperadas tanto en el ámbito personal como en el corporativo.
Las actividades recreativas, como las celebraciones de Amor y Amistad en la oficina, juegan un papel fundamental en la salud ocupacional. Estas actividades permiten a los empleados relajarse, interactuar con sus compañeros de una manera más informal y fortalecer el sentido de pertenencia a la empresa. Además, estas celebraciones son una excelente oportunidad para que los equipos de trabajo refuercen la confianza y mejoren la comunicación, lo que repercute positivamente en el ambiente laboral.