La inteligencia artificial es el centro de atención en la Escuela de Verano Saberes UPB
Durante tres días, Medellín fue el epicentro de discusiones sobre tecnología, innovación e inteligencia artificial durante la octava versión de la Escuela de Verano Saberes UPB, que tuvo como concepto temático la Humanidad Aumentada y finalizó ayer en horas de la tarde en la institución.
A la sede de educación superior llegaron expertos del mundo que analizaron y discutieron temas de gran relevancia para el mundo actual. Entre las temáticas centrales estuvo la inteligencia artificial (IA) que a lo largo de la historia ha tenido dos grandes momentos. El primero de ellos ocurrió en los años 70 cuando comenzó la producción de máquinas que simularon el comportamiento humano.
La regulación de la inteligencia artificial: un tema crucial
María Alejandra Echavarría, docente de la Facultad de Derecho de la UPB, señala que en la Unión Europea es el único lugar donde actualmente existe una ley específica de inteligencia artificial, lo que ha llevado a otros países a pensar en ella para lograr una regulación, lo que gestionaría los riesgos latentes que ya se han evidenciado y daría una hoja de ruta clara para su uso.
"Es importante la regulación porque la regulación nos dice qué se puede hacer, qué no se puede hacer, pero sobre todo cómo se puede hacer, porque muchas veces los problemas surgen por desconocimiento, por una utilización indebida, pero que muchas veces no parten de la mala fe", dice la docente.
Echavarría señala que en esa discusión, donde Colombia hasta el momento ha logrado un marco ético y algunas políticas públicas específicas, sin alcanzar una ley propia que regule esa tecnología, se debe tener presente la flexibilidad pues con un exceso de la misma, este tipo de tecnologías terminarían frenadas, lo que no traería ningún beneficio.
Los desafíos de la inteligencia artificial en el mundo laboral
Entre los temas sobre lo que mucho se ha discutido, pero ni la ley de la Unión Europea ha logrado una solución y que estuvieron analizándose en la Escuela de Verano Saberes UPB fue la responsabilidad, sobre todo en aquella inteligencia artificial con ciertos niveles de autonomía al momento de llegar a producirse un daño. Allí la pregunta es: ¿quién debe responder cuando estos sistemas son creados por muchas personas? Ya que esto puede acarrear una sanción civil y hasta penal.
"Otra de las discusiones ha sido también en términos de trabajo, porque como sistemas que cada vez se desarrollan más, están adquiriendo mayores habilidades para desarrollar ciertas tareas, sobre todo algunas tareas que son propias de ciertas profesiones (...) Entonces la preocupación es cómo mediar precisamente la utilización de la tecnología con la preservación del trabajo", acotó la docente.
Un ejemplo de esta situación fue la huelga de guionistas y actores de Hollywood el año pasado, donde lograron limitar el uso de la IA en sus trabajos.
La propiedad intelectual y la inteligencia artificial: un tema pendiente
A ello se le suma un tema tan sensible como la propiedad intelectual. Tema ausente en la mayoría de los proyectos de ley que se han presentado hasta ahora.
En este hay varias preguntas por responder: ¿quién es el autor? ¿Será que ese producto está o no protegido por el sistema? Cuando se utiliza ChatGPT y se crea un guión, ¿es una obra protegida? ¿Se protege por derechos de autor? ¿Quién es el creador?
De la mano de estas preguntas y la propiedad intelectual está el uso de contenidos ajenos para que la IA logre resultados diferentes.
"Lo que no se ha discutido al día de hoy es si puede haber o no una infracción a la propiedad intelectual de esas terceras personas, porque muchas veces no se les pide permiso, muchas veces no se les paga, entonces la discusión es ¿ahí hay una infracción? ¿Tenemos entonces que pagar? ¿Tenemos que pedir permiso? Y es una pregunta que no es sencilla porque exigir simplemente a rajatabla que sí se tenga que pedir permiso puede significar inclusive ralentizar el desarrollo de la tecnología", precisa la docente.
Es por eso que de ahí aparece el término ‘invierno de la inteligencia artificial’.