Siniestro reconocimiento del 'Monstruo de los cañaduzales' por Garavito; no mostraba remordimiento

Se revela que el 'Monstruo de los cañaduzales', abatido en un tiroteo a un vehículo del Inpec, admiraba a Luis Alfredo Garavito, así eran.

El 17 de octubre del presente año, Manuel Octavio Bermúdez, privado de libertad, era trasladado en un vehículo del Inpec cuando sufrió un atentado presuntamente perpetrado por disidentes de las Farc. El hecho dejó un saldo de cuatro muertos, entre ellos Bermúdez, dos funcionarios y otro privado de libertad (Lea también: Descubren 'biblia' dejada por Garavito antes de morir: dio pistas y espeluznantes confesiones).

El 'Monstruo de los cañaduzales' era conocido con este apodo por atraer a sus víctimas menores de edad, la mayoría de escasos recursos, abusar de ellas y asesinarlas en los cañaduzales del Valle del Cauca. Este sujeto fue responsable del asesinato de al menos 21 niños.

Este criminal era admirador de Luis Alfredo Garavito. Su fascinación era tanta que deseaba imitarlo, coleccionando varios libros y documentos sobre este asesino en serie. En el pódcast 'Más allá del silencio', de Rafael Poveda, el psicólogo forense Belisario Valbuena y la abogada penalista y criminóloga Mariluz Mayorga hablaron sobre el comportamiento de estos dos criminales.

Perfil tenebroso del 'Monstruo de los cañaduzales'

La abogada expresa lo que sintió al conocer a Manuel Octavio: «Sentí temor por los niños y niñas porque una persona en esas condiciones físicas, una persona que fácilmente puede pasar desapercibida, realmente hay un peligro para los niños y las niñas porque esta persona no parece ser el asesino en serie que yo tenía delante» (Lea también: Cremaron el cuerpo de Garavito después de 70 días, el alcalde de Valledupar tuvo que pagar).

Manuel era un hombre de aspecto desaliñado, descuidado y con un lenguaje vulgar; la abogada comenta que esa fue su primera impresión, añadiendo: «Este tipo de personas se sienten orgullosos porque creen erróneamente que cada homicidio es un trofeo para ellos... no hay sentido del valor y hablan desde la crudeza de sus actos, repitiéndolos una y otra vez sin vergüenza alguna porque carecen de cualquier remordimiento».

Por otro lado, el psicólogo forense explica por qué estos criminales se enorgullecen de los crímenes que cometen y los celebran como trofeos: «Manuel Octavio, a diferencia de Garavito, era un tipo más básico, con menos control de sus impulsos, lenguaje más limitado y aspecto descuidado; podríamos decir que era otro tipo de personalidad, no tan locuaz como Garavito, no tenía tantas herramientas cognitivas como Garavito sí tenía».

Así conoció el 'Monstruo de los cañaduzales' a Luis A. Garavito

Los expertos afirman que Garavito tenía protegidos en la cárcel y uno de ellos era el 'Monstruo de los cañaduzales', quien lo admiraba y siempre buscaba su aprobación. El periodista Rafael Poveda habla sobre el comportamiento de estos dos monstruos, Luis Alfredo Garavito y su imitador Manuel Octavio, cuando tuvo la oportunidad de entrevistarlos y sentarlos cara a cara.

Mariluz también comenta que en varias ocasiones vio juntos a estos dos criminales y analiza cómo el 'Monstruo de los cañaduzales' buscaba siempre la aprobación de Garavito. «Que se sentara bien, que fuera educado, se fijaba en cómo estaba vestido y peinado». Se preocupaba mucho por su imagen personal y le recalcaba a Octavio que debía cuidar su aspecto.

Uno de los datos que se mencionan en el pódcast es que Manuel Octavio sabía que cuando su protector o mentor muriera, perdería la protección que tenía en la prisión y sería atacado, por lo que una de las hipótesis es que por eso iban a trasladar al recluso. Por otro lado, Poveda reconoce el arduo trabajo de los investigadores Jairo Abadía y Carlos Gómez del CTI, quienes se dedicaron a perseguir a estos monstruos y conseguir que fueran encarcelados para que cumplieran su condena y así salvar a muchos niños de estas bestias.