Productos fraudulentos de belleza: una alerta del Invima

En un mundo altamente preocupado por la apariencia y la búsqueda de la juventud eterna, el mercado de productos cosméticos se encuentra en auge. Una práctica cada vez más común es recurrir a tratamientos como el botox, un procedimiento que promete reducir las arrugas y mejorar el aspecto del rostro. Pero ojo, no todo lo que brilla es oro y en este ámbito también existen riesgos.

Productos engañosos

En los últimos tiempos, el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) ha detectado la circulación de productos que se hacen pasar por botox, pero en realidad son sustancias distintas y potencialmente peligrosas. Estos productos engañosos no cuentan con registro sanitario, lo que significa que no han sido sometidos a los controles y revisiones necesarios para garantizar su seguridad y eficacia.

Consecuencias graves

La utilización de estos productos fraudulentos puede acarrear graves consecuencias para la salud. El Invima advierte que la aplicación de sustancias químicas no probadas puede provocar efectos adversos como debilidad muscular, incontinencia, hipersensibilidad, convulsiones e incluso botulismo, una enfermedad potencialmente mortal.

Recomendaciones del Invima

Ante esta situación, el Invima recomienda a la población extremar precauciones y evitar el uso de productos cosméticos que no cuenten con registro sanitario. Además, aconseja consultar siempre con un profesional de la salud antes de someterse a cualquier tratamiento estético para garantizar su seguridad y obtener los resultados deseados.

Casos registrados

En lo que va de 2023 y 2024, el Invima ha registrado 44 casos de personas afectadas por el uso de productos fraudulentos que se hacían pasar por botox. Estas cifras ponen de manifiesto la gravedad del problema y la necesidad de concienciar a la sociedad sobre la importancia de utilizar productos legales y seguros.

Recuerda, tu salud es lo primero. No arriesgues tu bienestar por ahorrar unos pesos. Confía solo en productos cosméticos avalados por el Invima y realizados por profesionales cualificados. El botox no es un juego, es un tratamiento médico que debe realizarse con responsabilidad y seguridad.