La violencia en Colombia sigue cobrando vidas inocentes. En el departamento del Cauca, un niño de 15 años fue asesinado por negarse a ser reclutado por un grupo disidente de las FARC.

Hechos dolorosos

El crimen ocurrió en el corregimiento de El Plateado, una zona rural del Cauca que ha sido escenario de constantes enfrentamientos entre grupos armados ilegales. Según el Ejército Nacional, el niño fue sacado a la fuerza de su casa por hombres armados que lo obligaron a unirse a sus filas.

El menor se resistió y logró escapar, pero los criminales lo persiguieron y le dispararon cuatro veces. El niño murió en el acto.

Condena y rechazo

El asesinato del niño ha generado una ola de indignación y rechazo en Colombia. El presidente Gustavo Petro condenó el crimen y ordenó a las autoridades capturar a los responsables.

La Defensoría del Pueblo también se pronunció sobre el hecho y exigió que se investigue y sancione a los culpables. "Este es un crimen atroz que no puede quedar impune", dijo el defensor del Pueblo, Carlos Camargo.

Violencia sin fin

El asesinato del niño en el Cauca es un triste recordatorio de la persistente violencia que azota a Colombia. A pesar de los esfuerzos del gobierno para lograr la paz, los grupos armados ilegales siguen operando en muchas zonas del país y reclutando a menores de edad.

El reclutamiento forzado es una grave violación de los derechos humanos y un delito que afecta especialmente a niños y niñas en situación de vulnerabilidad. Según la Defensoría del Pueblo, en los primeros seis meses de 2023 se registraron 201 casos de reclutamiento forzado en Colombia, un aumento del 12% con respecto al mismo periodo del año anterior.

Medidas urgentes

Ante esta situación, es urgente que el gobierno tome medidas efectivas para combatir el reclutamiento forzado y proteger a los niños y niñas en riesgo. Estas medidas deben incluir:

  1. Fortalecer la presencia del Estado en las zonas donde operan los grupos armados ilegales.
  2. Implementar programas de prevención y educación para sensibilizar a las comunidades sobre los peligros del reclutamiento forzado.
  3. Garantizar el acceso a la justicia y la reparación para las víctimas de reclutamiento forzado.

Solo trabajando juntos podremos acabar con la violencia y garantizar un futuro mejor para los niños y niñas de Colombia.