Continúan los esfuerzos por esclarecer los hechos que rodearon la retención de 66 militares por parte de comunidades campesinas en zona rural de San José del Guaviare, hecho que puso en tensión la mesa de diálogos con disidentes de las FARC y generó cruces de versiones entre funcionarios del Gobierno Nacional.

Declaraciones cruzadas

Los uniformados permanecieron retenidos por más de 80 horas, rodeados por cientos de campesinos desde la mañana del 9 de agosto. El Ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, se sumó a las declaraciones del Ministro de Defensa, afirmando que la retención de los soldados fue una clara violación al cese al fuego bilateral.

"Hay que revisar la conveniencia de mantener un cese que no beneficia a los habitantes de la región", afirmó el ministro Cristo.

Sin embargo, la comunidad campesina reivindicó su accionar, asegurando que en la zona son constantes los atropellos por parte de grupos armados legales e ilegales, y que por esa razón habían decidido impedir la movilidad de la fuerza oficial.

"Nos señalaron de pertenecer al Bloque Jorge Briceño de las disidencias de las Farc. Esa estigmatización generó una tensión en el espacio y supone un riesgo para los campesinos que estamos aquí. Lo rechazamos, pero también analizamos que, para evitar cualquier tipo de confrontación, lo más objetivo era retirarnos y manifestar nuestra inconformidad en otros escenarios", dijo Gabriel Gutiérrez, vocero político de la Coordinadora del Suroriente Colombiano para los Procesos Agrarios, Ambientales y Sociales (Coscopaas).

Petición de presencia estatal

Los campesinos solicitaron fortalecer el mecanismo de monitoreo al cese al fuego, su inclusión en la mesa de diálogos y la inversión en proyectos productivos en la zona.

"Muchos dirán que esta comunidad es guerrillera, pero ese no puede ser el señalamiento desde un escritorio. (…) El Gobierno Nacional debe hacer presencia –no solo con Fuerza Pública– porque hoy requerimos que nos acompañen en la construcción de vías, en proyectos productivos. Así el país no lo sepa, nuestra región ha cambiado y ahora nuestra riqueza es la ambiental, el turismo y la ganadería", señaló Willy Rodríguez, alcalde de San José del Guaviare.

El Gobierno Nacional mantiene su ofensiva militar contra los disidentes comandados por Iván Mordisco, principalmente en los departamentos de Valle, Cauca y Nariño. Sin embargo, también se mantiene en la mesa de diálogo con la facción disidente liderada por Calarcá, que opera en las zonas de Putumayo, Catatumbo, Caquetá, Magdalena Medio, Bolívar y el Norte de Antioquia.

Preocupación por el cese al fuego

Pese a las declaraciones oficiales, la situación pone en entredicho la efectividad del cese al fuego bilateral, que se encuentra vencido para el ELN desde la media noche del pasado 3 de agosto y que aún no ha sido prorrogado.

"En el tintero está el desgaste que genera negociar con un grupo armado ilegal que ha puesto en aprietos, en más de una ocasión, la política de paz total del presidente Gustavo Petro", afirmó el ministro Cristo.