Narcotraficante y su esposa son hallados muertos en costales de café

En un macabro hallazgo, los cuerpos desmembrados de un narcotraficante y su esposa fueron encontrados dentro de costales de café en el costado de la Troncal del Caribe, cerca del corregimiento de Palomino. Las víctimas fueron identificadas como José Nibardo Marín, conocido como "El abogado" o "Don José", y su esposa, Saudi Karina Cotes.

Antecedentes y trayectoria criminal

Marín era un capo del "Clan del Golfo" con un extenso historial criminal. Inició su carrera en el Bloque Mineros de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y luego pasó a formar parte del "Clan del Golfo", donde ascendió hasta convertirse en un actor poderoso del narcotráfico en el Caribe. Sin embargo, el robo de un cargamento de dos toneladas de cocaína hace dos años lo marcó como blanco de venganza por parte de grupos rivales.

Marín, buscado por la Fiscalía por coordinar la salida de toneladas de cocaína desde zonas costeras de Bolívar y Magdalena, también estuvo relacionado con los carteles de Jalisco y Nueva Generación, a quienes proveía de estupefacientes. Además, se le implicó en el asesinato de un niño de 11 años, un crimen que conmocionó a la opinión pública.

Ejecución violenta y mensaje de venganza

La pareja, que buscaba apoyo financiero para consolidar su banda "La Heroica" en Cartagena, fue interceptada por miembros de las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada (ACSN). Los cuerpos presentaban signos de tortura, mutilación y heridas de bala, lo que sugiere una ejecución violenta.

El hallazgo de los cuerpos en costales de café es un claro mensaje de venganza y advertencia por parte de las ACSN, que han establecido un patrón de torturar y dejar restos en sacos en la Sierra Nevada. Este año, al menos cinco personas han sido asesinadas de esta manera.

Contexto del narcotráfico en el Caribe

El asesinato de Marín y Cotes refleja la expansión del narcotráfico en el norte de Colombia, donde organizaciones como el "Clan del Golfo" y "Los Pachenca" disputan el control de las rutas de tráfico de cocaína hacia Estados Unidos y México. Ambas facciones utilizan la violencia extrema para asegurar su dominio.

Las autoridades esperan que el caso de Marín y Cotes arroje luz sobre la estructura de las redes criminales que operan en el Caribe colombiano y el entramado de lealtades y traiciones que alimentan esta guerra sin fin.

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