Preocupación por el no uso de cámaras corporales en la Policía Metropolitana de Bogotá
En un giro inesperado, la seguridad en Bogotá está siendo cuestionada debido a la denuncia del concejal Andrés Barrios sobre la inoperatividad de 400 cámaras corporales (BodyCams) asignadas a la Policía Metropolitana de Bogotá. Estas cámaras, que fueron entregadas en febrero de 2024 para una prueba piloto en la localidad de Kennedy, permanecen sin ser utilizadas, generando frustración y dudas sobre la eficiencia en la gestión de recursos y la transparencia en los procedimientos policiales.

La denuncia del concejal Andrés Barrios
El concejal Barrios ha levantado la voz, argumentando que la falta de uso de estas cámaras representa una oportunidad perdida para mejorar la seguridad y la rendición de cuentas de la policía. «Es frustrante ver cómo una herramienta tan valiosa permanece inactiva, mientras que la ciudad enfrenta desafíos constantes en materia de seguridad», afirmó Barrios.
Según el concejal Andrés Barrios (s.f.), la entrega de estas cámaras generó grandes expectativas en la comunidad, que esperaba una mayor transparencia en las acciones policiales y una reducción de los abusos. Sin embargo, la inoperatividad de los dispositivos ha generado desconfianza y ha puesto en tela de juicio la capacidad de la administración local para gestionar eficazmente los recursos destinados a la seguridad ciudadana.

El impacto en la seguridad ciudadana
La no utilización de las cámaras corporales tiene un impacto directo en la seguridad ciudadana. Estos dispositivos no solo sirven como prueba en caso de incidentes o denuncias contra la policía, sino que también actúan como un elemento disuasorio, tanto para los delincuentes como para los propios agentes. La grabación de los procedimientos policiales garantiza la transparencia y la rendición de cuentas, aspectos fundamentales para fortalecer la confianza entre la policía y la comunidad.
Además, las cámaras corporales pueden ser una herramienta valiosa para la capacitación de los agentes. El análisis de las grabaciones permite identificar errores y áreas de mejora en los procedimientos policiales, contribuyendo a una formación más efectiva y a una mayor profesionalización de la fuerza pública.
Comparación con otras ciudades
Es importante destacar que el uso de cámaras corporales se ha extendido en numerosas ciudades alrededor del mundo, con resultados positivos en términos de transparencia, rendición de cuentas y reducción de la violencia policial. Ciudades como Nueva York, Londres y Río de Janeiro han implementado programas exitosos de uso de cámaras corporales, que han contribuido a mejorar la relación entre la policía y la comunidad.
¿Qué está pasando con las cámaras de seguridad en Bogotá?
La situación de las cámaras corporales se suma a la problemática general de las cámaras de seguridad en Bogotá. Según informes recientes, un porcentaje significativo de las cámaras de vigilancia en las calles de la ciudad se encuentran inoperativas, lo que dificulta la labor de las autoridades en la prevención y el control del delito. Las cifras varían según la fuente, pero todas coinciden en que la inoperatividad de las cámaras representa un grave problema para la seguridad ciudadana.
Según información del El Tiempo (s.f.), de las 5.824 cámaras en las calles de Bogotá, 1.886 están inactivas, y de acuerdo con Marco Acosta, el 46 % de las cámaras de seguridad no funcionaron en 2024 en Bogotá. Esta situación genera un sentimiento de inseguridad en la población y dificulta la investigación de los delitos.
Posibles soluciones y acciones a seguir
Ante esta situación, es fundamental que las autoridades tomen medidas urgentes para solucionar el problema de la inoperatividad de las cámaras corporales y de seguridad en general. Es necesario realizar una revisión exhaustiva de los equipos, identificar las causas de las fallas y establecer un plan de mantenimiento preventivo para garantizar su correcto funcionamiento. Además, es fundamental fortalecer la coordinación entre las diferentes entidades encargadas de la seguridad ciudadana, para evitar la duplicidad de esfuerzos y garantizar una gestión eficiente de los recursos.
- Priorizar la reparación y el mantenimiento de las cámaras existentes.
- Establecer un sistema de monitoreo constante del funcionamiento de las cámaras.
- Invertir en la adquisición de nuevas cámaras con tecnología de punta.
- Fortalecer la capacitación de los agentes en el uso de las cámaras corporales.
- Promover la participación ciudadana en el control y la vigilancia de la seguridad.
La seguridad en Bogotá es un tema prioritario que requiere la atención y el compromiso de todos los actores sociales. La inoperatividad de las cámaras corporales y de seguridad representa un obstáculo para lograr una ciudad más segura y tranquila. Es hora de que las autoridades tomen cartas en el asunto y adopten medidas concretas para solucionar este problema.