El reconocido experto en clima, Max Henríquez, está generando preocupación en el sector de la aviación colombiana. Sus advertencias se centran en los posibles riesgos que implica el reciente cambio en la prestación del servicio de meteorología, que históricamente ha estado a cargo del Ideam (Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales) y ahora pasa a ser responsabilidad de la Aerocivil (Aeronáutica Civil). Henríquez, famoso por sus predicciones climáticas, está alertando sobre las potenciales consecuencias negativas que este cambio podría tener en la seguridad de los vuelos y las operaciones aéreas en el país.

¿Qué está pasando con la meteorología aeronáutica en Colombia?

Desde el pasado 1 de marzo, la Aerocivil asumió la prestación del servicio de meteorología para la aviación, un rol que tradicionalmente desempeñaba el Ideam. Según Mauricio Alejandro Hernández Guarnizo (2025), periodista de Pulzo, este cambio, según Henríquez, «podría comprometer la seguridad aérea debido a posibles deficiencias en la calidad del servicio». En otras palabras, el temor es que la Aerocivil no cuente con la experiencia y los recursos necesarios para proporcionar pronósticos meteorológicos tan precisos y confiables como los que ofrecía el Ideam.

La importancia de la meteorología en la aviación

La meteorología desempeña un papel crucial en la seguridad aérea. Los pronósticos meteorológicos precisos permiten a los pilotos y controladores aéreos anticipar condiciones climáticas adversas, planificar rutas seguras y tomar decisiones informadas sobre despegues, aterrizajes y trayectorias de vuelo. Como Max Henriquez Daza (@HenriquezMax, 2025) señaló en sus redes sociales, «la meteorología desempeña un papel fundamental en las operaciones aéreas, ya que permite anticipar condiciones climáticas adversas que podrían afectar los vuelos». La calidad de estos pronósticos es clave para la seguridad, ya que ayuda a planificar rutas, prever turbulencias o identificar condiciones peligrosas.

¿Qué preocupa a Max Henríquez?

La principal preocupación de Henríquez radica en la posible pérdida de calidad en el servicio meteorológico. Históricamente, el Ideam ha sido el encargado de suministrar información meteorológica para la aviación. Ahora, la Aerocivil ha comenzado a cobrar por este servicio, pero, según Henríquez, los recursos no están llegando al Ideam. El experto califica esta situación como una «estocada de muerte» para la entidad, argumentando que ha perdido su función más importante: la meteorología aeronáutica.

  • Posibles problemas en despegues y aterrizajes: Sin información meteorológica adecuada, los pilotos podrían enfrentarse a situaciones peligrosas durante las fases críticas del vuelo.
  • Riesgo de turbulencias inesperadas: La falta de pronósticos precisos podría aumentar el riesgo de que los aviones se encuentren con turbulencias severas.
  • Dificultad para planificar rutas seguras: Los pilotos podrían verse obligados a volar a través de áreas con condiciones climáticas adversas desconocidas.

¿Qué se está haciendo al respecto?

Hasta el momento, no se conocen medidas concretas por parte de la Aerocivil para garantizar que la calidad del servicio meteorológico no se vea afectada tras este cambio. Las declaraciones de Henríquez están generando inquietud en el sector, y se espera que las autoridades tomen medidas para abordar estas preocupaciones y asegurar la seguridad de los vuelos en Colombia.

Es importante destacar que la seguridad aérea es una prioridad fundamental, y cualquier cambio que pueda afectar la calidad de los servicios que la respaldan debe ser evaluado cuidadosamente. La comunidad aeronáutica estará atenta a la evolución de esta situación y a las medidas que se tomen para garantizar que Colombia siga contando con un sistema de aviación seguro y confiable.

¿Qué se espera a futuro?

La incertidumbre en el sector es palpable. Se espera que en las próximas semanas la Aerocivil ofrezca un plan detallado sobre cómo planea mantener la calidad del servicio meteorológico y cómo garantizará que la seguridad aérea no se vea comprometida. El debate está abierto y la vigilancia ciudadana será clave para asegurar que los cielos colombianos sigan siendo seguros para todos.