¿El fin del pico y placa para algunos? Un proyecto de ley genera debate en Colombia
En Colombia, el sistema de pico y placa, implementado para mitigar la congestión vehicular en las principales ciudades, podría estar enfrentando cambios significativos. Este mecanismo, que restringe la circulación de vehículos según el último número de la placa en días y horarios específicos, ha sido objeto de controversia y ahora se encuentra en el centro de un debate legislativo.
Según informa Pulzo.com, un proyecto de ley radicado en el Senado busca eximir a ciertos conductores de esta restricción, generando expectativas y discusiones en todo el país.

¿De qué se trata el proyecto de ley?
El proyecto, enmarcado en la ley 335 de 2024, tiene como objetivo principal eliminar las barreras que impiden a las personas con discapacidad acceder al beneficio de la excepción de las medidas de restricción vehicular, tal como se establece en el artículo 15 de la ley 1618 de 2013. En otras palabras, se busca garantizar que las personas con discapacidad que conducen o necesitan ser transportadas en vehículos particulares no se vean afectadas de manera desproporcionada por el pico y placa.
La senadora Ana Carolina Espitia, del Partido Verde y ponente de la iniciativa, está impulsando la idea de que las autoridades no puedan establecer medidas que resulten excesivas, como exigir el registro o la matrícula del vehículo en una jurisdicción específica.

¿Cómo se implementaría?
De acuerdo con el proyecto de ley, el Ministerio de Transporte sería el encargado de elaborar una reglamentación que oriente la garantía de los derechos de las personas con discapacidad que conducen o necesitan trasladarse en vehículos particulares. El objetivo es evitar formalismos que obstaculicen su acceso a la movilidad.
El Ministerio de Transporte tendrá un plazo máximo de 60 días, a partir de la entrada en vigencia de la ley, para actualizar la reglamentación del pico y placa en Colombia, incorporando el numeral 6 del artículo 15 de la ley 1618 de 2013.
Contexto y controversia del pico y placa
El pico y placa surgió como una medida para regular el tráfico en las ciudades colombianas ante el crecimiento del parque automotor. Sin embargo, la medida ha generado inconformidad entre algunos ciudadanos, quienes consideran que afecta su movilidad y productividad. En Bogotá, por ejemplo, la restricción opera de 6:00 a.m. a 9:00 p.m. en varios días de la semana.
Aunque el alcalde Carlos Fernando Galán aún no ha tomado una decisión definitiva sobre el futuro del pico y placa en Bogotá, el debate sobre su efectividad y posibles modificaciones continúa abierto.
Reacciones y perspectivas
La iniciativa de eximir a personas con discapacidad del pico y placa ha generado diversas reacciones. Mientras algunos la ven como un avance en la inclusión y el respeto por los derechos de esta población, otros se preocupan por el posible impacto en la congestión vehicular y la efectividad del pico y placa en general.
José Clopatofsky, citado por Pulzo.com, reclama un cambio urgente en el pico y placa de Bogotá, buscando una medida «más amable».
¿Qué sigue?
El proyecto de ley ya ha sido radicado y será discutido en la comisión sexta del Senado. Su aprobación o rechazo dependerá del debate y los acuerdos que se alcancen entre los diferentes actores políticos y sociales involucrados.
En conclusión, el futuro del pico y placa en Colombia está en juego. La propuesta de eximir a personas con discapacidad abre un nuevo capítulo en la discusión sobre cómo regular el tráfico y garantizar la movilidad de todos los ciudadanos.
Implicaciones prácticas de la ley 335 de 2024:
- Actualización de la reglamentación: El Ministerio de Transporte debe actualizar la normativa en un plazo de 60 días.
- Garantía de derechos: Se busca evitar formalismos que impidan el acceso a la movilidad de personas con discapacidad.
- Debate en el Senado: La iniciativa será discutida en la comisión sexta, donde se analizarán sus posibles impactos.
El debate está abierto, y el país observa atentamente los próximos pasos en esta discusión que podría transformar la forma en que se gestiona la movilidad en las ciudades colombianas.