Catatumbo en Crisis: ¿Cómo la Paz Total está Fortaleciendo Disidencias de las FARC?

La región del Catatumbo, ubicada en el departamento de Norte de Santander, Colombia, se encuentra en una profunda crisis humanitaria que se está agudizando desde el 16 de enero de 2025. A pesar de los esfuerzos del gobierno por implementar una política de «Paz Total», se está observando un fortalecimiento del Frente 33 de las disidencias de las FARC en la zona. Este fenómeno plantea serias interrogantes sobre la efectividad de la estrategia de paz y su impacto en la seguridad y el bienestar de la población civil.

Un Escenario Complejo

El Catatumbo, históricamente azotado por la violencia y la presencia de diversos grupos armados, se está convirtiendo en un foco de tensión creciente. La crisis humanitaria se manifiesta en múltiples formas, incluyendo desplazamientos forzados, confinamientos, amenazas, extorsiones y el constante peligro de minas antipersona. Según informes recientes, el Frente 33 de las disidencias de las FARC, liderado por alias «Mordisco», está expandiendo su control territorial y consolidando su poderío militar y económico en la región.

Camilo González Posso, jefe de la delegación del Gobierno con las disidencias, está trabajando en la búsqueda de acuerdos que permitan aliviar la situación humanitaria y avanzar hacia una solución negociada del conflicto. Sin embargo, los desafíos son enormes y la desconfianza entre las partes involucradas es palpable. La población civil, atrapada en medio del fuego cruzado, está exigiendo soluciones urgentes y garantías de seguridad.

El Fortalecimiento de las Disidencias

El proceso de «Paz Total» busca negociar con todos los grupos armados ilegales presentes en el país, ofreciendo beneficios jurídicos a cambio de su desmovilización y reinserción a la vida civil. Sin embargo, la falta de claridad en los términos de la negociación, la ausencia de mecanismos efectivos de verificación y la persistencia de la violencia en el terreno están socavando la credibilidad del proceso y generando incertidumbre entre la población.

Las Consecuencias Humanitarias

La crisis humanitaria en el Catatumbo está teniendo consecuencias devastadoras para la población civil. Miles de personas están siendo desplazadas de sus hogares, obligadas a abandonar sus tierras y sus medios de vida. La falta de acceso a alimentos, agua potable, atención médica y educación está generando un deterioro alarmante de las condiciones de vida. Además, la presencia de minas antipersona representa una amenaza constante para la seguridad de la población, especialmente para los niños y las niñas.

Impacto en las Comunidades Indígenas

Las comunidades indígenas, que habitan ancestralmente el Catatumbo, están siendo particularmente afectadas por la violencia y el desplazamiento. Su cultura, sus tradiciones y su forma de vida están en peligro de extinción. Es fundamental que el gobierno y las organizaciones humanitarias brinden una atención especial a estas comunidades, garantizando su protección y promoviendo su desarrollo integral.

¿Qué se Puede Hacer?

Para abordar la crisis en el Catatumbo, es necesario implementar una estrategia integral que combine acciones militares, políticas, sociales y económicas. Algunas de las medidas que se podrían tomar incluyen:

Juanita Goebertus, directora para las Américas de HRW, está enfatizando la importancia de proteger a la población civil y garantizar el respeto de los derechos humanos en el Catatumbo. Es fundamental que el gobierno colombiano adopte medidas urgentes para abordar la crisis y evitar que la situación se deteriore aún más.

La situación en el Catatumbo está demandando una respuesta urgente y coordinada por parte del gobierno, la sociedad civil y la comunidad internacional. La «Paz Total» no puede ser una excusa para el fortalecimiento de los grupos armados ilegales. Es necesario redoblar los esfuerzos para proteger a la población civil, garantizar el respeto de los derechos humanos y construir una paz duradera en la región.