El presidente Gustavo Petro se enfrenta a críticas por no haber cumplido con sus promesas de cambio y lucha contra la corrupción. Cinco escándalos en dos años han afectado su imagen y credibilidad, lo que lo ha obligado a dedicar gran parte de su gestión a la defensa.

Escándalos que han marcado la presidencia de Petro

El primer escándalo involucró a Laura Sarabia, quien intentó localizar unas maletas con dinero en la casa de una funcionaria, involucrando al jefe de seguridad del presidente y a un coronel que posteriormente se suicidó.

El segundo escándalo fue protagonizado por Armando Benedetti, quien afirmó haber conseguido 15.000 millones de pesos para la campaña presidencial de Petro, lo que les costó sus puestos a ambos.

El tercer escándalo fue el arresto de Nicolás Petro Burgos, hijo del presidente, acusado de recibir dinero para financiar la campaña de su padre, convirtiéndose en el primer hijo de un presidente colombiano en ser capturado.

El cuarto escándalo reveló que el gerente de la campaña presidencial, Ricardo Roa, habría recibido 500 millones de pesos donados por Fecode. La Fiscalía también investiga a la vicepresidenta Francia Márquez y al ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, por presuntas irregularidades en la financiación de la campaña.

El quinto escándalo fue la compra de 40 carrotanques para La Guajira por 46.000 millones de pesos, que nunca fueron utilizados. El director y subdirector de la UNGRD aceptaron su responsabilidad e involucraron al ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, y al director de la Dirección Nacional de Inteligencia, Carlos Ramón González, quien dimitió ante las acusaciones.

El impacto de los escándalos

Estos escándalos han erosionado la confianza en el gobierno de Petro, obligándolo a dedicar gran parte de su tiempo a la defensa. Muchos de los procesos legales aún están en curso y podrían resolverse en la segunda mitad de su mandato.

Tanto el país como el presidente Petro tienen interés en que estos ciclos se cierren de acuerdo con la justicia. Los escándalos han afectado la credibilidad del presidente y han desviado la atención de las promesas que hizo a sus electores.