Una obra en construcción colapsa y sepulta comercios en Bogotá
El edificio que se estaba construyendo tenía cuatro pisos y un sótano para uso comercial.
El pasado 18 de junio, a las 10 de la noche, un fuerte estruendo interrumpió el silencio del barrio 12 de octubre, en la localidad de Barrios Unidos. Dos casas comerciales y el muro de una iglesia se habían derrumbado, aparentemente por un deslizamiento de tierra en una excavación del predio contiguo.
Los comerciantes afectados denuncian pérdidas y exigen respuestas a las autoridades.
Los comerciantes de los locales afectados, entre ellos Pedro Sierra, propietario del almacén de colchones Kasandra, se llevaron una gran sorpresa al llegar a abrir sus negocios al día siguiente. Su esperanza económica había quedado sepultada bajo los escombros de la casa que los protegía.
“A pesar de que llevamos hace tiempo hasta ahora estamos empezando, nos sostenemos gracias a Dios y al trabajo duro, pero ahorita las ventas están muy bajas, la polisombra de la obra también ha afectado el negocio”, dijo Pedro con gran nostalgia.
La constructora responsable alega que no hizo la excavación en forma de sesgo contra la vivienda vecina, sino en línea recta por el lado de la casa.
Según el propietario de la obra, Alfredo Rodríguez, el problema fue que la constructora no hizo la excavación en forma de sesgo contra la vivienda vecina, sino en línea recta por el lado de la casa, lo que provocó el deslizamiento del suelo.
“Yo les propuse a los vecinos que esto estaba preocupante, que si podían desocupar mientras reforzábamos la estructura. No se reportó nada ante las autoridades porque es una obra que cuenta con todos los permisos”, señaló el propietario.
Las autoridades investigan las causas del colapso y evalúan las responsabilidades de la constructora y el propietario de la obra.
La alcaldía de Barrios Unidos realizó recomendaciones específicas al responsable de la obra, incluyendo la demolición controlada de la obra y las áreas afectadas.
El arreglo de los daños por el derrumbe se debe acordar entre las partes privadas implicadas, entre ellas la constructora, la inmobiliaria dueña del predio afectado y los comerciantes afectados.
Por su parte, las autoridades tendrán un rol de supervisión e investigación sobre la constructora y el propietario de la obra.