Los sismos en Colombia: un recordatorio de los riesgos naturales
Ante el reciente sismo de magnitud 2.5 en La Paz, Santander, es importante recordar que Colombia es un país sísmicamente activo. Cada año se registran alrededor de 2.500 sismos, la mayoría de ellos imperceptibles, pero los más activos se concentran en las costas del Pacífico y del Caribe, así como las regiones montañosas.
Causas y tipos de sismos
Los sismos se originan por varias causas, entre ellas los movimientos de las placas tectónicas, la actividad volcánica y las actividades humanas. En el caso de Colombia, la interacción de las placas Nazca, Sudamérica y Caribe genera una dinámica geológica que favorece la ocurrencia de sismos.
¿Cómo medir la intensidad de un sismo?
La magnitud de un sismo es una medida de la energía sísmica liberada y se expresa en una escala logarítmica. Los sismos con una magnitud menor a 4.0 generalmente no son perceptibles, mientras que los de magnitud mayor a 5.0 pueden causar daños significativos.
Por otro lado, la profundidad de un sismo indica la distancia desde la superficie de la Tierra hasta el hipocentro (punto donde se origina). Los sismos superficiales, con una profundidad menor a 70 km, son más propensos a causar daños que los sismos profundos.
Medidas ante un sismo
Estar preparados para un sismo es crucial. La Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) recomienda:
- Mantener la calma y seguir las instrucciones de las autoridades.
- Ubicarse en un lugar seguro, como un marco de puerta o debajo de una mesa o cama resistente.
- Evitar ventanas y objetos que puedan caer.
- Alejarse de edificios, postes y cables eléctricos.
- Si se encuentra en un vehículo, detenerse y permanecer dentro.
Después de un sismo, es importante:
- Revisar si hay heridos y brindar asistencia si es posible.
- Revisar la estructura de su vivienda y buscar posibles daños.
- Evitar rumores y mantenerse informado a través de fuentes oficiales.
- Reportar cualquier daño o emergencia a las autoridades.