La crítica situación de orden público ensombrece el suroccidente colombiano

El suroccidente de Colombia, particularmente los departamentos de Cauca y Valle del Cauca, enfrenta una grave crisis de orden público que rememora las épocas en que las tomas guerrilleras eran frecuentes. El presidente Gustavo Petro, quien ha venido anunciando medidas para enfrentar este flagelo, aún no logra resultados concretos, lo que ha generado críticas y reclamos de la ciudadanía.

El conflicto en el Cauca

En el Cauca, las disidencias de las Farc conocidas como 'Estado Mayor Central' (Emc) han incrementado sus ataques desde el año pasado, afectando municipios como Buenos Aires, Santander de Quilichao y Caldono. El más reciente atentado ocurrió contra la estación de Policía de Morales, dejando dos uniformados y un civil fallecidos.

Ante esta situación, el presidente Petro afirmó que "la ofensiva contra el EMC en el Cauca es total". Sin embargo, el avance de este grupo armado parece imparable, debido en parte a la incapacidad de las Fuerzas Armadas y a la falta de mantenimiento de la flota de helicópteros rusos.

¿Negligencia del gobierno?

Mientras la violencia se recrudece en el suroccidente, el presidente Petro ha centrado su atención en asuntos internacionales. En redes sociales, ha opinado sobre la orden de detención contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y el líder de Hamás, Yahya Sinwar, por el conflicto en Gaza.

Esta actitud ha generado críticas de la oposición y de la ciudadanía, quienes reclaman que el gobierno se concentre en resolver los problemas internos antes que opinar sobre situaciones internacionales. Una reciente encuesta muestra que el 76% de los habitantes del Pacífico rechaza la gestión del presidente Petro en materia de seguridad.

Un llamado a la acción

La situación en el suroccidente de Colombia es insostenible. La violencia sigue campeando en los territorios y la solución debe buscarse dentro del país, no en el extranjero. El gobierno debe tomar medidas urgentes para controlar la situación, garantizar la seguridad de la población y restablecer el orden público.