El Concejo de Bogotá le pone freno a las fotomultas escondidas

El Concejo de Bogotá aprobó en segundo debate un acuerdo que busca regular el uso de las cámaras de fotomultas en la ciudad, prohibiendo su ubicación en zonas ocultas o poco visibles.

Cámaras escondidas, una práctica peligrosa

La medida surgió tras las constantes denuncias de ciudadanos que aseguraban que las cámaras de fotomultas estaban siendo ubicadas en lugares poco visibles, como detrás de árboles o postes, con el fin de sorprender a los conductores y generar multas injustificadas.

Según el acuerdo aprobado, las cámaras de fotomultas solo podrán ser instaladas en lugares visibles y debidamente señalizados, para que los conductores puedan estar informados de su presencia y evitar incurrir en infracciones.

Multas injustificadas

Además de la ubicación oculta, el acuerdo también busca poner fin a las multas injustificadas. Para ello, establece que las cámaras de fotomultas deberán estar calibradas y homologadas por el Instituto Nacional de Metrología (INM), y que las infracciones deberán ser verificadas por un agente de tránsito antes de ser impuestas.

El concejal ponente del acuerdo, Javier Ospina, aseguró que la medida busca proteger los derechos de los ciudadanos y garantizar que las fotomultas sean una herramienta para mejorar la seguridad vial, y no para recaudar dinero.

Reacciones encontradas

La aprobación del acuerdo ha generado reacciones encontradas. Mientras que algunos sectores aplauden la medida, otros consideran que puede afectar la efectividad de las fotomultas como herramienta para reducir los accidentes de tránsito.

La Secretaría de Movilidad de Bogotá, por su parte, ha manifestado que acatará el acuerdo y trabajará para implementar las nuevas regulaciones.

El acuerdo aprobado por el Concejo de Bogotá entrará en vigencia una vez sea sancionado por la alcaldesa Claudia López.