Las ineficiencias del Congreso colombiano: un lastre para la democracia

El Congreso de Colombia se encuentra en una encrucijada: mientras la ciudadanía espera respuestas a sus necesidades, el desempeño de los congresistas plantea interrogantes sobre su compromiso con la legislación para el país.

Una baja productividad legislativa

Desde julio de 2022, se han presentado más de 2.000 proyectos de ley, pero solo el 5% se ha convertido en ley, según el Extituto de Política Abierta. La participación de los propios congresistas en la generación de leyes también ha disminuido drásticamente, con solo el 32% de los proyectos presentados como de su autoría, en comparación con el 55% en legislaturas anteriores.

Prioridad a los intereses políticos

El informe de Extituto señala que el trancón legislativo se agrava a medida que se acerca el final del periodo, ya que los congresistas reducen sus iniciativas anticipando la falta de tiempo para tramitarlas. La agenda legislativa, dominada por las reformas del gobierno, ha encontrado una creciente oposición, lo que ha frenado su avance.

Debilidades en el fortalecimiento democrático

Preocupa que iniciativas cruciales para el fortalecimiento democrático, como el castigo al ausentismo parlamentario y la promoción de la paridad en las corporaciones públicas, no hayan prosperado. En contraste, el transfuguismo, que permite a los congresistas cambiar de partido sin enfrentar sanciones, ha encontrado respaldo en el Congreso, lo que plantea dudas sobre su compromiso con la representación ciudadana.

Desatención a la agenda de género

Si bien existe una gran unanimidad para prohibir el matrimonio con menores de edad, el Congreso aún no avanza en relación con los derechos de las personas LGBTIQ+. El movimiento trans en Colombia ha radicado una iniciativa para garantizar sus derechos, pero enfrenta oposición por parte de proyectos como "con los niños no te metas", que buscan regular el acceso a la salud de menores de edad trans.

Contexto preelectoral

El segundo periodo legislativo, que transcurrirá entre febrero y junio de 2025, estará fuertemente marcado por el contexto preelectoral, tanto para las elecciones legislativas como para las presidenciales de 2026. Esto puede llevar a que los congresistas prioricen la búsqueda de visibilidad y el fortalecimiento de sus bases electorales, en detrimento de la agenda Legislativa.

El Congreso de Colombia debe mejorar sus indicadores y satisfacer las expectativas del pueblo, que también depositó su confianza en esta rama del poder. La baja productividad, la falta de compromiso con el fortalecimiento democrático y la priorización de intereses políticos lastran el buen funcionamiento de la democracia en Colombia.