El desgarrador relato de los desplazados por la violencia en el Catatumbo: "Perder lo que se tiene o perder la vida"

En medio de la recrudecida violencia que azota la región del Catatumbo, en el nordeste de Colombia, cientos de familias se han visto obligadas a abandonar sus hogares, dejando atrás todo lo que han construido a lo largo de sus vidas.

Un éxodo forzado

Las amenazas, extorsiones y asesinatos selectivos por parte de grupos armados ilegales han sembrado el terror en la zona, obligando a los habitantes a huir desesperadamente. Según la Defensoría del Pueblo, desde enero de 2022 se han registrado más de 1.000 desplazamientos forzados en el Catatumbo.

Los desplazados llegan a las ciudades cercanas, como Cúcuta y Ocaña, con lo poco que pueden cargar. Muchos han perdido sus casas, sus tierras y sus pertenencias. El desarraigo y la incertidumbre se apoderan de sus vidas.

Historias de dolor y resiliencia

Cada desplazado lleva consigo una historia desgarradora. Como la de María, una campesina que tuvo que huir con sus dos hijos pequeños después de que su esposo fuera asesinado por un grupo armado.

"Nos dieron 24 horas para abandonar nuestra finca. No pudimos llevarnos nada, solo la ropa que teníamos puesta", relata María con la voz entrecortada. "Ahora estamos en un albergue, sin saber qué va a pasar con nuestras vidas".

La historia de José es similar. Este joven agricultor tuvo que dejar atrás su tierra y sus animales, que eran su único sustento. Ahora vive en un campamento improvisado, donde la falta de comida, agua y atención médica son constantes.

"Perdimos todo lo que teníamos. Pero lo peor es la incertidumbre, no saber cuándo podremos regresar a casa", dice José con tristeza.

Una crisis humanitaria

El desplazamiento forzado en el Catatumbo se ha convertido en una grave crisis humanitaria. Las autoridades locales y las organizaciones de derechos humanos denuncian la falta de atención y asistencia a los desplazados, quienes se encuentran en condiciones de extrema vulnerabilidad.

Las Naciones Unidas han hecho un llamado urgente a la comunidad internacional para brindar ayuda humanitaria a las víctimas de la violencia en el Catatumbo. Se requiere alimentos, refugio, atención médica y apoyo psicosocial para mitigar el sufrimiento de estas familias.

Un llamado a la paz

En medio del dolor y la desesperación, los desplazados del Catatumbo claman por una solución pacífica al conflicto armado que los ha despojado de sus hogares y su dignidad.

"Queremos volver a nuestras tierras, vivir en paz y seguridad. Ya no queremos más violencia, más desplazamiento", exigen los desplazados a través de sus representantes.

El gobierno colombiano tiene la responsabilidad de proteger a su población y garantizar los derechos de las víctimas del conflicto. Es urgente tomar medidas efectivas para detener la violencia, desarmar a los grupos armados ilegales y brindar asistencia humanitaria a los desplazados.

La paz es el único camino para que las familias del Catatumbo puedan reconstruir sus vidas y recuperar su dignidad.