El Ejército de Liberación Nacional (ELN) ha declarado un paro armado indefinido en tres ríos del departamento del Chocó, Colombia: San Juan, Sipí y Cajón. Esta medida entrará en vigor a partir del 9 de noviembre de 2023 y tiene como objetivo presionar al gobierno nacional para destrabar las negociaciones de paz que actualmente se llevan a cabo en México.

Antecedentes

Las negociaciones de paz entre el gobierno colombiano y el ELN se han visto estancadas en los últimos meses. El grupo guerrillero ha exigido la liberación de varios de sus miembros presos y el cese de los ataques militares contra sus campamentos, mientras que el gobierno ha insistido en que el ELN debe cesar sus actividades criminales y desarmarse.

Impacto del paro armado

El paro armado indefinido declarado por el ELN tendrá un impacto significativo en la población civil del Chocó. Los ríos afectados son vías fluviales esenciales para el transporte de personas y mercancías, y su bloqueo impedirá el acceso a servicios básicos como la atención médica y la educación.

Además, el paro armado también afectará la economía local, ya que paralizará las actividades comerciales y agrícolas. Las comunidades indígenas y afrodescendientes que dependen de los ríos para su sustento se verán particularmente afectadas.

Respuesta del gobierno

El gobierno colombiano ha condenado el paro armado indefinido declarado por el ELN y ha anunciado que tomará las medidas necesarias para proteger a la población civil y garantizar el orden público. El ministro de Defensa, Iván Velásquez, ha ordenado el despliegue de tropas adicionales en la zona afectada y ha advertido al ELN que no tolerará ninguna violación de los derechos humanos.

Perspectivas de paz

El paro armado indefinido declarado por el ELN es un revés significativo en las negociaciones de paz. La medida demuestra que el grupo guerrillero aún no está dispuesto a comprometerse con un proceso de paz genuino y que está dispuesto a recurrir a la violencia para lograr sus objetivos.

El gobierno colombiano debe responder con firmeza al paro armado, pero también debe seguir buscando una solución negociada al conflicto. La paz en Colombia solo se puede lograr a través del diálogo y el compromiso, y el gobierno debe seguir trabajando para persuadir al ELN de que abandone la vía de la violencia.