Los enigmáticos tesoros hundidos: ¿A quién pertenecen?

Desde tiempos remotos, las profundidades del océano han ocultado un sinfín de tesoros, desde monedas de oro y plata hasta artefactos de antiguas civilizaciones. El descubrimiento de estos tesoros sumergidos despierta tanto fascinación como una pregunta fundamental: ¿a quién pertenecen?

La ley internacional y los acuerdos

La propiedad de los tesoros hundidos es un tema complejo regido por diversas leyes y acuerdos internacionales. La Convención de la UNESCO de 2001 sobre el Patrimonio Cultural Subacuático establece que los bienes con más de 100 años bajo el agua deben protegerse como patrimonio cultural y no explotarse comercialmente. Esta convención busca conservar los tesoros en museos y lugares públicos.

Según Robert Mackintosh, abogado y arqueólogo de la Universidad de Southampton, la decisión sobre quién tiene derecho a quedarse con el contenido de un barco hundido suele tomarse entre países bajo la ley internacional. Por ejemplo, si un país fue el propietario original de la embarcación, puede reclamar derechos de posesión incluso después de haberse hundido y abandonado durante siglos.

Disputas por la soberanía

La cuestión de la posesión se complica cuando los naufragios se encuentran en aguas territoriales de otro estado. Según la ley internacional, un país tiene soberanía absoluta sobre sus aguas, lo que le permite tomar posesión de los tesoros hundidos dentro de ellas.

Además, un país puede reclamar la propiedad de un barco hundido si este fue registrado originalmente en su territorio. Esto da lugar al concepto de "inmunidad soberana", que protege ciertas embarcaciones de los procesos legales de otros estados.

Casos famosos

Uno de los casos más célebres es el del galeón español Nuestra Señora de las Mercedes, hundido frente a las costas de Colombia en el siglo XVIII. El tesoro del galeón fue recuperado por España en 2012 tras una batalla legal con una empresa estadounidense de salvamento. En este caso, España reclamó los derechos de propiedad como país propietario del barco, independientemente de su ubicación.

Otro caso emblemático es el del galeón San José, hundido frente a las costas de Colombia por un buque británico en el siglo XVII. Se dice que el galeón transportaba un enorme tesoro en oro, plata y piedras preciosas. La propiedad de este tesoro es objeto de una disputa en curso entre Colombia y España.

Conclusión

La propiedad de los tesoros hundidos es un tema complejo y multifacético que implica leyes y acuerdos internacionales, así como disputas por la soberanía. Si bien algunos países priorizan la protección del patrimonio cultural, otros buscan explotar los tesoros con fines comerciales. El debate sobre la propiedad de estos tesoros continuará mientras las profundidades del océano sigan revelando sus misterios.