El asesinato del urólogo en Medellín: Un crimen aterrador e intrigante.

En un escalofriante giro de los acontecimientos, un urólogo de Medellín fue asesinado a tiros en la Clínica Medellín por uno de sus propios pacientes, Jhon Ferney Cano. El incidente, que ha conmocionado a la comunidad médica y a la opinión pública, ha dado lugar a nuevas revelaciones sobre la vida del asesino y su relación con el difunto médico.

La cirugía que cambió todo

Según el hermano del asesino, Álex Cano, Jhon Ferney se sometió a una circuncisión realizada por el urólogo Juan Guillermo Aristizábal hace casi tres años. Sin embargo, el paciente afirmó que la cirugía había ido mal y que era innecesaria. Tras la intervención, Jhon Ferney aseguraba que el dolor persistía, que había perdido sensibilidad en la zona y que tenía dificultades para mantener relaciones sexuales.

Conciliación frustrada

En un intento desesperado por mejorar su situación, el hermano de Jhon Ferney se puso en contacto con el urólogo y llegó a tomar medidas que condujeron a una conciliación. Según Infobae, se ofreció al paciente una suma cercana a los 5 millones de pesos, pero él se negó a aceptarla por recomendación de su abogado.

Amenazas y confrontación

Ante la falta de una solución, Jhon Ferney se dirigió a 14 especialistas más para buscar ayuda, pero sus esfuerzos fueron en vano. La desesperación se apoderó de él y confrontó al médico, lo que dio lugar a una acalorada discusión en la que ambos se amenazaron mutuamente, según declaraciones de Álex Cano.

El fatal encuentro

Tras la confrontación, el médico denunció el caso ante la Fiscalía, que impuso una caución a Jhon Ferney y le prohibió acercarse al urólogo o a las instalaciones donde trabajaba. Este encuentro parece haber sido la última conversación entre ambos antes del trágico suceso.

El hermano del asesino expresó que el desenlace no es justificable, pero que era inevitable, ya que nunca supieron qué planeaba hacer Jhon Ferney, quien se había alejado de su familia en los últimos días.

El asesinato del urólogo ha dejado una huella imborrable en la comunidad médica y en la sociedad en general. Las investigaciones continúan en curso, pero los detalles que han salido a la luz hasta ahora pintan un cuadro de un crimen intrigante y aterrador.