El ‘gran acuerdo nacional’ propuesto hace más de un año sigue avanzando a dos ritmos

Por un lado, con los sectores empresariales y económicos se han logrado avances importantes, mientras que en el plano político aún no se pasa de la fase de primeros diálogos. Juan Fernando Cristo, ministro del Interior, busca impulsar el acuerdo con los partidos.

Avances económicos

El gobierno del presidente Gustavo Petro y los bancos privados llegaron a un acuerdo para lograr una alternativa a la propuesta presidencial de las inversiones forzosas. En lugar de recurrir a la vía legislativa, cuyo destino era incierto, se logró que los bancos voluntariamente fijaran mayores recursos para créditos en distintos sectores priorizados.

El presidente de Asobancaria, Jhonatan Malagón, destacó que el acuerdo blinda el uso de los recursos: “Aunque utilizaremos todos los instrumentos de planificación, van a ser recursos que se entreguen con lógicas de mercado”, dijo Malagón, que calificó el acuerdo como “un mensaje de confianza”.

Este acuerdo demuestra que es posible construir sinergias, incluso desde puntos de partida claramente opuestos. Fue un entendimiento entre gobierno y sectores empresariales que ya se había manifestado con la ‘Misión Guajira’, en la que la alianza del Ejecutivo con el Grupo Aval, Promigás y Grupo Prisa ha llevado calidad de vida a una de las regiones más pobres del país.

En ambos casos hay un común denominador: el tono del diálogo entre la Casa de Nariño y los empresarios. Más allá de los ruidos externos, incluso los generados desde el mismo despacho presidencial, los canales de comunicación siempre se han mantenido abiertos y en términos de respeto y apertura.

Dificultades políticas

A diferencia de los avances en el plano económico, el acuerdo nacional a nivel político aún enfrenta dificultades. La ministra de Relaciones Exteriores, Laura Sarabia, ha logrado sacar la discusión con el Ejecutivo del plano ideológico a uno más pragmático y abierto a hacer concesiones, pero las salidas públicas del presidente Petro siguen desandando el camino recorrido para eventuales acercamientos con sectores que no son cercanos a esta administración.

Por ejemplo, la llegada de Daniel Rojas al Ministerio de Educación y la polémica injerencia del Ejecutivo en la designación del rector de la Universidad Nacional fueron consideradas por algunos como una jugada del presidente Petro para mover la idea del ‘poder popular’ y la constituyente por fuera del área natural de su ministro de la política.

El ministro Cristo ha asegurado que el acuerdo nacional a nivel político se “trata fundamentalmente de garantizar seguridades a la sociedad colombiana, garantizar estabilidad institucional, bajar el tono del debate y buscar unos mínimos consensos en la sociedad”.

En este sentido, ha llevado a cabo encuentros con las bancadas y otros sectores en ese afán de construir el acuerdo nacional. Sin embargo, dirigentes opositores y analistas sostienen que los diálogos con los ministros terminan siendo inocuos porque “el Presidente lo que quiere es que de forma unilateral abracemos lo que él piensa”.

Conclusión

El ‘gran acuerdo nacional’ propuesto por el gobierno del presidente Gustavo Petro avanza a dos ritmos. Con los sectores empresariales y económicos se han logrado avances importantes, mientras que en el plano político aún no se pasa de la fase de primeros diálogos.

El ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, busca impulsar el acuerdo con los partidos, pero las salidas públicas del presidente Petro siguen siendo un obstáculo. Aún queda por ver si se podrá llegar a un consenso que permita sacar adelante las reformas propuestas por el gobierno.