La firma de una congresista del Pacto Histórico en un proyecto de ley antiaborto ha generado una gran controversia dentro de la coalición de izquierdas. Mary Anne Perdomo suscribió un proyecto que busca modificar el artículo 11 de la Constitución para establecer que el derecho a la vida es inviolable desde la concepción, lo que contraviene el derecho al aborto legalizado por la Corte Constitucional.
Esta acción ha generado malestar y ha sembrado dudas sobre la unidad del Pacto Histórico. A esto se suman las disputas surgidas en la asamblea nacional de Colombia Humana, celebrada recientemente. Sin embargo, ninguna de estas situaciones parece implicar una fragmentación inminente de la coalición.
Por un lado, Perdomo es una figura que se unió al Pacto Histórico sin el respaldo del petrismo, por lo que sus posturas han sido divergentes desde el principio. Su inclusión en la lista del Pacto por Santander fue desautorizada incluso por el actual presidente, Gustavo Petro, quien solicitó que en ese departamento se votara por la Alianza Verde. Sin embargo, la relación entre Petro y el Pacto permitió que la lista obtuviera los votos suficientes para la elección de Perdomo.
Por otro lado, las disputas en Colombia Humana no se han traducido en diferencias en las bancadas legislativas.
En contraste, la situación es diferente en la Alianza Verde. Allí, las posiciones se han marcado claramente entre los afines al Gobierno y los independientes, algunos de los cuales rayan en la oposición. Las diferencias son irreconciliables y no hay forma de frenar la solicitud de escisión liderada por el sector no alineado con el Ejecutivo.
Esta posibilidad se ha venido barajando durante varios meses y todo apunta a que se materializará muy pronto. El diario El Tiempo pudo confirmar con distintos actores de la colectividad que ya existe una carta en la que se solicitará oficialmente a la dirección nacional "la ruptura de cobijas" para que cada uno de los sectores tenga su propio partido. La misiva se encuentra en proceso de recolección de firmas y, según fuentes del partido, ya son al menos ocho los congresistas que se han sumado a esta petición.
Sin embargo, esta escisión no afecta significativamente al Gobierno, ya que no contaba con los votos de los sectores disidentes.