Atentados contra la Fuerza Pública: Cauca bajo asedio
La situación en el norte del Cauca se agrava. Desde hace tres días, grupos armados ilegales tienen confinada a la población del corregimiento de Caldono, hostigando a la fuerza pública y sembrando el terror entre los habitantes.
Según el secretario de Gobierno del Cauca, Míller Hurtado, los ataques iniciaron el pasado miércoles 24 de abril y se han ido intensificando gradualmente. Aproximadamente 20 uniformados resistieron los ataques con armas de fuego y granadas lanzados por el grupo disidente 'Dagoberto Ramos'.
La situación es compleja, ya que los disidentes también han reiniciado los retenes ilegales y las extorsiones en la región. Además, han activado una motobomba en el corregimiento El Plateado, dejando una estela de miedo y zozobra.
Ante esta escalada de violencia, las clases en las zonas rurales de Caldono, Miranda, Suárez y Argelia han sido suspendidas. Las autoridades hacen un llamado a los grupos armados para que cesen los ataques y permitan a la población vivir en paz.
Comunidades indígenas en medio del fuego cruzado
Las comunidades indígenas del norte del Cauca también están sufriendo las consecuencias de los ataques. El Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) denunció que los enfrentamientos han desplazado a más de 500 familias de sus territorios.
Los indígenas exigen al Gobierno Nacional y a los grupos armados que respeten su autonomía y los territorios ancestrales. Piden que se garantice su seguridad y se les permita vivir en paz y armonía.
Presencia militar y policial
El Ejército y la Policía Nacional han reforzado su presencia en el norte del Cauca para enfrentar a los grupos armados ilegales y proteger a la población civil. Los uniformados realizan operaciones de control territorial y patrullajes constantes.
Sin embargo, los ataques persisten. En las últimas horas, una patrulla de la Policía fue atacada en Piendamó, dejando un uniformado muerto y varios heridos. Este hecho demuestra que la situación sigue siendo crítica y que se necesita una acción contundente para frenar la violencia.