En el departamento del Caquetá, más de 3.000 familias indígenas se encuentran confinadas en sus territorios ancestrales debido a los enfrentamientos armados entre las disidencias de las FARC y el ELN.
Familias indígenas confinadas
Las familias afectadas viven en la zona más baja del Río Caguán, en el sector de Peñas Rojas. La situación se ha agravado en las últimas semanas, ya que los grupos armados han restringido la movilidad fluvial, impidiendo el acceso a alimentos, insumos de salud y otras necesidades básicas.
El secretario de Gobierno del Caquetá, Arturo Perdomo, expresó su preocupación por la situación humanitaria que enfrentan las comunidades indígenas. "Hoy las comunidades tienen limitada la movilidad, les han prohibido la circulación sobre este afluente hídrico, están limitando el acceso de alimentos, hay una situación humanitaria compleja", afirmó Perdomo.
Niños sin acceso a la educación
Los enfrentamientos armados también han afectado gravemente la educación de los niños y niñas de la zona. Según las familias, los menores llevan más de un mes sin ir a estudiar por temor a la violencia.
Las escuelas de la zona permanecen cerradas, privando a los niños y niñas de su derecho a la educación.
Llamado al Gobierno Nacional
Ante la crítica situación de orden público, las autoridades locales hacen un llamado al Gobierno Nacional para que intervenga y brinde garantías para llevar ayudas humanitarias a la zona y buscar estrategias para poner fin al conflicto armado.
Las familias afectadas piden a las autoridades que las ayuden a recuperar la tranquilidad y la seguridad en sus territorios.