La búsqueda de César Benavides, un joven de 24 años que desapareció en 2012, ha llegado a su fin. Su familia recibió sus restos y la confirmación de que fue víctima del conflicto armado en Neiva.

Investigación y hallazgo

Gracias a una medida cautelar expedida por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), se inició una investigación que condujo al hallazgo del cuerpo de César en el Cementerio Central de Neiva, en la bóveda 283.

Los análisis técnico-forenses realizados por la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) y la Unidad de Investigación y Acusación (UIA) confirmaron la identidad y revelaron que su muerte fue violenta.

Falta de investigación y responsabilidad

A pesar de que la familia de César denunció su desaparición, nunca se realizó una investigación exhaustiva. El Gaula, encargado de los casos de desapariciones en 2012, no adelantó ninguna acción al respecto.

Según el expediente allegado a la JEP, ninguna institución judicial reportó investigaciones o registros que permitieran localizar a César. La falta de seguimiento y diligencia de las autoridades competentes impidió la identificación de los responsables de su desaparición.

Proceso de sanación y reparación

Para la familia de César, la identificación de sus restos representa un avance en el proceso de sanación individual y colectiva. También constituye un paso hacia la garantía de su derecho a la reparación.

El magistrado Raúl Sánchez, presidente de la Sección de Ausencia de Reconocimiento (SARV) de la JEP, expresó su compromiso con las víctimas y destacó la importancia de continuar con el proceso de búsqueda e identificación de personas desaparecidas.

La JEP y la UBPD reconocieron que la entrega de los restos de César es solo un capítulo en la búsqueda de la verdad y la justicia. El compromiso continúa con las familias de las personas ya identificadas y con aquellas que aún buscan a sus seres queridos.

Detalles del caso