En Ipiales, Nariño, Colombia, los habitantes continúan enfrentando una alarmante escasez de agua que ha persistido durante un año. Las protestas y las manifestaciones se han vuelto frecuentes, ya que los residentes expresan su frustración y exigen soluciones.

Inicialmente, la escasez se atribuyó a daños en el sistema de acueducto causados por las fuertes lluvias. Sin embargo, a pesar de las reparaciones, el suministro de agua sigue siendo inadecuado.

Abastecimiento limitado y protestas

En un intento por abordar la crisis, las autoridades locales han estado abasteciendo a la comunidad en carrotanques. Sin embargo, estos esfuerzos no han sido suficientes para satisfacer la demanda, lo que ha llevado a protestas y disturbios.

Los residentes se quejan de que el agua proporcionada en los carrotanques es insuficiente y muchas veces no llega a todos los hogares. Esto ha exacerbado las dificultades diarias, obligando a las personas a caminar largas distancias para recolectar agua o comprarla a precios elevados.

Impacto en la salud y la economía

La escasez de agua también ha tenido graves consecuencias para la salud y la economía locales. La falta de agua potable ha aumentado los riesgos de enfermedades transmitidas por el agua, mientras que las empresas se han visto obligadas a cerrar o reducir sus operaciones.

La situación ha dañado la economía local, ya que muchas empresas dependen del agua para sus actividades diarias. Los agricultores han reportado pérdidas de cultivos debido a la falta de riego, y los ingresos del turismo también se han visto afectados.

Exigencias de soluciones

Los residentes de Ipiales exigen soluciones permanentes a la crisis del agua. Han pedido a las autoridades que inviertan en mejoras de infraestructura y exploren fuentes alternativas de agua.

También han solicitado una mayor transparencia y rendición de cuentas de las autoridades responsables del suministro de agua. Los habitantes están decididos a continuar protestando y presionando hasta que se aborde adecuadamente la escasez.

"No podemos seguir viviendo así", dijo María Pérez, una residente de Ipiales. "Necesitamos agua para nuestras familias, nuestros negocios y nuestra salud. Las autoridades deben actuar ahora para resolver esta crisis".