Una mujer en el Catatumbo se niega a abandonar a sus mascotas en medio de la violencia

En medio de la ola de violencia que azota al Catatumbo, en Norte de Santander, una mujer llamada Isabel se ha convertido en un símbolo de esperanza y resistencia por su negativa a abandonar a sus 45 perros y 18 gatos, a pesar de los riesgos que ello conlleva.

El desplazamiento masivo y el abandono de animales

El conflicto armado en el Catatumbo ha generado un desplazamiento masivo de personas, muchas de las cuales han tenido que abandonar sus hogares y sus mascotas. Isabel, sin embargo, se ha negado a dejar atrás a sus animales, a pesar de que ello la pone en riesgo.

Gracias a su labor, Isabel ha logrado rescatar a decenas de animales abandonados, incluyendo cachorros, gestantes, lactantes, animales gerontes y animales con discapacidades. Ella los cuida en su casa, compartiendo con ellos lo poco que tiene.

Los pedidos de ayuda y la solidaridad

La historia de Isabel ha conmovido a muchas personas en Colombia y en el mundo. A través de redes sociales y medios de comunicación, se han lanzado campañas para recolectar ayudas para ella y sus animales.

La senadora Andrea Padilla Villarraga, defensora de los derechos de los animales, ha sido una de las principales promotoras de la ayuda a Isabel. Junto con la Gobernación de Norte de Santander, han organizado la entrega de alimentos, medicamentos y otros suministros esenciales para Isabel y sus mascotas.

El llamado a los grupos armados

Isabel no solo se ha convertido en un símbolo de esperanza para los animales, sino también para las víctimas del conflicto armado en Colombia. A través de su historia, hace un llamado a los grupos armados para que respeten la vida de los civiles y los animales.

Isabel es un ejemplo de resiliencia y amor incondicional, que demuestra que incluso en medio de la violencia, siempre hay esperanza y compasión.

La historia de Isabel es una historia de esperanza, resistencia y amor. Es una historia que nos recuerda que incluso en medio de la oscuridad, siempre hay luz.