Desplazamientos y secuestros en Jamundí: un drama que no cesa

Los habitantes de las montañas de Jamundí, en el Valle del Cauca, viven atemorizados por los constantes desplazamientos y secuestros perpetrados por las disidencias de las FARC. En julio, se reportaron 35 familias desplazadas y 12 secuestros. Este drama humanitario no da tregua.

De la ilusión al secuestro extorsivo

Víctor Armando Tovar Muñoz forjó su vida en la vereda La Berta, de Timba. Pero el 8 de julio, hombres armados lo secuestraron y se lo llevaron de su arenera. Su familia vive angustiada, pues el secuestro pasó de simple a extorsivo: los captores exigen alrededor de 1.000 millones de pesos.

Un empresario y su hijo, víctimas del secuestro

El 30 de noviembre de 2023, un empresario y dueño de una constructora, y su hijo de 17 años, fueron secuestrados en el corregimiento de Villacolombia. Sus cuerpos fueron hallados en la zona rural del corregimiento de Potrerito, víctimas de disparos.

Martha Lucía Granada, secuestrada en su propia tierra

Martha Lucía Granada, de 72 años, fue secuestrada el 26 de julio en la finca Honduras, en el corregimiento de Puente Vélez. La abogada había adquirido la propiedad hace más de medio siglo, pero debido a la presencia de grupos armados en la zona, la finca no estaba ocupada.

Cuando Martha Lucía acudió a un encuentro con unos hombres que le ofrecieron lotes, fue secuestrada. Los captores exigen un rescate, pero hasta ahora el Ejército no ha tipificado el secuestro como extorsivo.

Más de 30 retenciones y un ganadero secuestrado

Los defensores de derechos humanos hablan de más de 30 retenciones en lo que va del año en Jamundí. También denuncian el secuestro de un ganadero en marzo pasado, Albeiro Burgos Gamboa, quien fue obligado a subirse a una camioneta por ocho hombres armados.

Las pruebas de pervivencia y el dolor de las familias

En algunos casos, los secuestradores han enviado pruebas de pervivencia a las familias. Sin embargo, la situación es tan delicada que cualquier información podría poner en riesgo sus vidas.

Las familias de los secuestrados viven en la angustia y la incertidumbre, clamando por la liberación de sus seres queridos. Este drama humanitario en Jamundí exige la atención de las autoridades y la solidaridad de la sociedad.