La lucha por la fuente de agua de todo un pueblo frente al ambicioso proyecto de una carretera en el Valle del Cauca
En las estribaciones de la cordillera occidental, en el corregimiento de Pavas, en el municipio de La Cumbre, en el Valle del Cauca, se libra una batalla silenciosa pero encarnizada por la defensa del agua, un recurso vital para la supervivencia de toda una comunidad.
El detonante de esta lucha es un ambicioso proyecto de infraestructura: la construcción de una carretera de 68 kilómetros que atravesaría el corazón del corregimiento, poniendo en riesgo la principal fuente de agua de la zona: el acueducto de Pavas.
Un acueducto centenario en peligro
El acueducto de Pavas, construido hace más de 100 años, abastece de agua potable a más de 20.000 habitantes del corregimiento y de las veredas aledañas. Su infraestructura, aunque antigua, ha funcionado eficazmente durante décadas, garantizando el acceso a este recurso esencial.
Sin embargo, la construcción de la carretera supondría una grave amenaza para el acueducto. La vía pasaría muy cerca de las tuberías, lo que podría provocar daños o roturas, interrumpiendo el suministro de agua y poniendo en riesgo la salud y el bienestar de la comunidad.
Una comunidad unida en defensa del agua
Ante esta amenaza, los habitantes de Pavas se han unido para defender su fuente de agua. Han formado comités, organizado protestas y han llevado su lucha a los despachos judiciales y a los medios de comunicación.
Su principal argumento es que el proyecto vial no solo pondría en peligro el acueducto, sino que también afectaría negativamente a los ecosistemas de la zona, al fragmentar hábitats y aumentar la contaminación.
El proyecto vial: ¿Progreso o amenaza?
Por su parte, los defensores del proyecto de carretera argumentan que es esencial para el desarrollo económico de la región. Aseguran que mejoraría la conectividad, facilitaría el transporte de productos agrícolas y atraería inversiones.
Sin embargo, los opositores al proyecto sostienen que existen alternativas menos dañinas para mejorar la infraestructura vial, como la ampliación de las carreteras existentes o la construcción de vías alternas que no afecten a las fuentes de agua.
Una batalla que aún no está decidida
La batalla por el acueducto de Pavas continúa. La comunidad sigue luchando por proteger su fuente de agua, mientras que los defensores del proyecto vial insisten en su importancia para el progreso económico.
El resultado de esta lucha aún está por verse, pero una cosa está clara: el agua es un recurso vital que debe protegerse para las generaciones presentes y futuras.