La relación entre Álvaro Uribe y Gustavo Petro se encuentra en un punto de inflexión
El expresidente Álvaro Uribe Vélez realizó unas polémicas declaraciones en las que criticó al gobierno del presidente Gustavo Petro, acusándolo de "sobornar" a congresistas y de promover la violencia armada. Estas declaraciones han tensado aún más la relación entre ambos políticos, que hasta hace poco mantenían una cordialidad relativa.
¿Qué dijo Álvaro Uribe?
En un conversatorio en la Universidad de La Sabana, Uribe aseguró que Petro "está presionando con armas una constituyente" y que el gobierno está "estimulando al ELN y al movimiento popular del ELN" para que ejerzan violencia. También criticó las reformas que impulsa el gobierno, afirmando que "crearán mayores angustias" y que son una "condena" para el país.
La respuesta de Gustavo Petro
El presidente Petro respondió a las críticas de Uribe a través de su cuenta de Twitter, afirmando que "el que, con el propósito de cometer delito de rebelión o de sedición, sedujere personal de las fuerzas armadas, usurpare mando militar o policial, o retuviere ilegalmente mando político, militar o policial, incurrirá en prisión de cuatro meses a dos años".
Reacciones de la oposición y del Pacto Histórico
Las declaraciones de Uribe han sido respaldadas por la oposición, que ha acusado a Petro de "dividir" al país y de "atacar" a las Fuerzas Armadas. Por su parte, el Pacto Histórico, la coalición de gobierno, ha calificado las palabras de Uribe como un "llamamiento a las Fuerzas Armadas en contra del presidente Petro".
El papel de las Fuerzas Armadas
El papel de las Fuerzas Armadas en esta coyuntura es crucial. La institución castrense se ha mantenido al margen de la disputa política, pero no descarta tomar medidas en caso de que se produzca un intento de golpe de Estado o de desestabilización del orden público.
El futuro de la relación Uribe-Petro
El futuro de la relación entre Uribe y Petro es incierto. Las declaraciones del expresidente han generado un clima de tensión y desconfianza que dificulta el diálogo y la cooperación entre ambos políticos. Es posible que esta relación siga deteriorándose en los próximos meses, lo que podría tener graves consecuencias para la estabilidad política del país.