Las mujeres transexuales están frecuentemente relegadas a profesiones vinculadas al sexo o a puestos en peluquerías o ventas. El 62% vive exclusivamente de la mendicidad y sólo el 9% tiene un trabajo estable. Esto revela una notoria exclusión hacia estas mujeres, que habitan en entornos inseguros y poco acogedores, y que crea un clima laboral violento que las margina sin ningún tipo de regulación ni salvaguardia económica, social o incluso vital. Ésta es una de las principales conclusiones del estudio realizado por Santamaría Fundación y la Universidad Antonio Nariño, con el apoyo del Fondo para la Investigación de la Fundación WWB Colombia.
Violencia económica y laboral
La investigación, titulada 'Inclusión sociolaboral digna para mujeres trans', fue realizada por Déborah Skenassy, Gissele González, Giorgia Otero, Renata Jank Vivas, Kika Ruiz, Nataly Escobar, Jorge Eduardo Moncayo y María del Mar Gómez. En el estudio participaron 100 mujeres trans de los cuatro municipios del Valle del Cauca: 55 de Cali, 20 de Palmira, 15 de Jamundí y 10 de Yumbo. Sus edades oscilan entre los 19 y los 79 años, y el 58% de ellas vive en los estratos 1 y 2, el 36% en el estrato 3, el 3% en los estratos 4 y 5, y el 3% restante no tenía conocimiento de su estrato. Además, el 29% de estas mujeres se encontraba en contextos de migración tanto externa como interna.
Asimismo, de las 100 mujeres trans que participaron en este proyecto de investigación, se descubrió que el 62% vive únicamente de la mendicidad como medio de subsistencia, el 16% vive de la mendicidad y otra actividad adicional, el 13% tiene un pequeño negocio, el 70% vive con menos de un salario mínimo, el 55% tiene personas a su cargo y sólo el 9% de ellas tiene un empleo. Del 13% de las mujeres trans que tienen un pequeño negocio, se descubrió que se trata de peluquerías, ventas (comerciantes), entregas a domicilio, productos de belleza, camareras independientes, tarotistas, velomancia, cartomancia, quiromancia, lectura del café, estampados y consultorios dentales.
Inclusión y respeto
Para llevar a cabo esta investigación, se realizaron encuestas y grupos de discusión con el fin de recopilar información detallada, en la que destaca la urgente necesidad de abordar la violencia y las dificultades a las que se enfrentan las mujeres trans en el Valle del Cauca. Es crucial tomar medidas para prevenir la violencia y los prejuicios, así como garantizar la satisfacción de las necesidades básicas y el acceso a oportunidades de desarrollo por parte del Estado, con el apoyo de la sociedad civil y la empresa privada. El informe reveló que las mujeres transgénero se enfrentan a importantes retos para acceder al mundo laboral, vinculados a barreras estructurales asociadas a su identidad y expresión de género.
La directora de Investigación de la Fundación WWB Colombia, Soraya Husain, subrayó el compromiso de generar conocimiento y promover cambios para cerrar las brechas de desigualdad. Para la población LGTBIQ+, encontrar un trabajo formal y estable parece una tarea casi imposible. Los estigmas asociados a su orientación sexual o identidad de género no sólo les dificultan la obtención de un empleo, sino que también les impiden completar su educación básica y acceder a oportunidades para fortalecer sus habilidades o adquirir nuevos conocimientos.
Las cifras del Dane confirman este desalentador panorama, ya que en Colombia la tasa de desempleo de la población LGTBIQ+ es del 16,2%, mientras que para el resto de la población es del 13%. Esta investigación fue financiada por el Fondo para la Investigación de la Fundación WWB Colombia, un mecanismo creado en 2017 con el objetivo de dar respuesta a las situaciones de vulnerabilidad de las mujeres de la región del Pacífico, mediante la investigación y el trabajo conjunto con el ámbito académico. Les proporciona las herramientas necesarias para tomar decisiones acertadas en sus comunidades y cerrar las brechas de desigualdad existentes en los territorios. Más de cien investigaciones se han beneficiado de esta iniciativa.
- Respetar la identidad de género trans como su nombre de identidad, que en ocasiones difiere del nombre que figura en el documento de identidad, y respetar su expresión de género.
- Fomentar procesos formativos para fortalecer las habilidades y competencias personales y profesionales de las personas trans.
- Reconocer y visibilizar todas las identidades de género dentro de las organizaciones para generar entornos de respeto en torno a la diversidad de género.
- Establecer alianzas entre el sector público y/o privado y las organizaciones comunitarias para desarrollar estrategias basadas en las realidades de las personas trans.
- Facilitar el acceso a créditos bancarios, teniendo en cuenta las especificidades y particularidades de las mujeres trans, y establecer alianzas con organizaciones comunitarias para conocer sus necesidades y garantizar el cumplimiento financiero.