El exnarcotraficante colombiano Fabio Ochoa fue deportado de Estados Unidos a Colombia el pasado 1 de agosto, tras cumplir una condena de más de 30 años en una prisión estadounidense. Ochoa fue recibido en el Aeropuerto El Dorado de Bogotá por su familia y amigos, y aseguró no estar arrepentido por su pasado, porque “yo no lo hice pensando en hacer mal”.

Reacciones a la liberación de Fabio Ochoa

La liberación de Fabio Ochoa ha generado reacciones encontradas en Colombia. El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, cuestionó a la justicia colombiana por permitir que Ochoa llegara al país sin ningún requerimiento judicial.

“Impunidad. Que un miembro del grupo delincuencial conocido como los extraditables, con toda la violencia y terror que generaron en los años 80 y 90, no tenga ningún requerimiento de la justicia es inaceptable”, escribió Galán en sus redes sociales.

Por su parte, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, dijo que el gobierno no tiene ninguna “deuda pendiente” con Ochoa y que su liberación es un paso hacia la paz.

“No tenemos ninguna deuda pendiente con él (Fabio Ochoa). Él pagó su condena en Estados Unidos. Nosotros, por nuestra parte, nos preparamos para aplicar la justicia restaurativa. Su regreso al país es un paso más hacia la paz”, dijo Petro.

El pasado criminal de Fabio Ochoa

Fabio Ochoa fue miembro del cartel de Medellín, una organización criminal que fue responsable de numerosos crímenes violentos en Colombia en las décadas de 1980 y 1990. Fue condenado en Estados Unidos por tráfico de drogas y lavado de dinero.

En 1996, Ochoa se entregó a las autoridades estadounidenses y se declaró culpable de los cargos en su contra. Fue condenado a 30 años de prisión y cumplió más de dos tercios de su condena antes de ser deportado a Colombia.

La justicia restaurativa en Colombia

El gobierno colombiano está implementando un programa de justicia restaurativa, que tiene como objetivo reparar el daño causado por el conflicto armado interno del país. El programa se basa en los principios de verdad, justicia, reparación y no repetición.

El gobierno espera que la liberación de Fabio Ochoa sea un paso hacia la reconciliación y la paz en Colombia. Sin embargo, algunas víctimas del cartel de Medellín han expresado su preocupación por la liberación de Ochoa y temen que pueda enviar un mensaje equivocado sobre la impunidad.