Menores siguen desapareciendo de manera alarmante en Bogotá, con un preocupante 33% del total de casos en 2023 correspondiente a niños y jóvenes

La capital colombiana continúa enfrentando un grave problema de desapariciones, y los menores de edad son los más afectados. Según datos oficiales de Medicina Legal, entre el primero de enero y el 30 de abril de este año, se han reportado 129 desapariciones de jóvenes de 15 a 17 años, 101 de niños de 10 a 14 años y 85 de adultos de 25 a 29 años.

Estas cifras son consistentes con el panorama del año pasado, cuando el 33% de los 2.372 casos de desapariciones registrados en Bogotá correspondían a menores de 18 años, incluyendo más de 70 casos de niños entre 1 y 10 años.

La concejal Diana Diago, del Centro Democrático, ha denunciado esta situación como inaceptable y ha exigido a las autoridades tomar medidas urgentes para proteger a los niños de la ciudad.

Diago ha señalado que las cifras de desapariciones en Bogotá son las más altas del país, representando el 40% de todos los casos en Colombia en 2023. Ha instado al alcalde Carlos Fernando Galán a trabajar en coordinación con la Secretaría de Seguridad y la Policía Metropolitana para implementar un plan de seguridad integral que reduzca las desapariciones y mejore las tasas de rescate.

Paula Andrea Amaya, coordinadora de Investigación Criminal de la Universidad Manuela Beltrán, destaca que la trata de personas es el motivo más frecuente de desapariciones en la ciudad, con fines de explotación sexual y extorsión. Sin embargo, reconoce que los problemas familiares y de salud mental también pueden contribuir a las altas cifras, ya que no todos los casos están relacionados con delitos.

La Unidad de Desaparecidos de la Policía Metropolitana ha identificado que las desapariciones más comunes involucran a adolescentes rebeldes con malas relaciones familiares, personas que huyen de deudas o decepciones amorosas, individuos bajo los efectos de sustancias psicoactivas, víctimas de accidentes de tránsito y personas con trastornos mentales, consideradas desapariciones voluntarias.

Las desapariciones forzadas representan un desafío importante para las autoridades, y Bogotá no es ajena a esta problemática. Cristian Carranza, analista de la Facultad de Derecho de la Universidad Manuela Beltrán, enfatiza que las cifras son alarmantes y requieren una atención "urgente y coordinada" para mejorar las capacidades técnicas de búsqueda y rescate de las autoridades.

Carranza subraya la necesidad de mejorar las capacidades de investigación y resolución de casos de la fuerza pública, incluyendo el uso de tecnología como drones y dispositivos electrónicos. También destaca la importancia de una alta coordinación entre la Policía, la Fiscalía, las organizaciones de derechos humanos y las entidades de salud para optimizar la respuesta a los casos de desaparición.