Nuevos detalles emergen sobre el asesinato de ‘el Calvo’ y la caída de ‘la Diabla’ en Magdalena

El caso de Zaida Andrea Sánchez Polanco, alias ‘la Diabla’, sigue generando conmoción en Colombia. Tras su asesinato en Medellín el pasado 22 de enero, nuevas revelaciones están saliendo a la luz sobre su presunta participación en el homicidio de su esposo, Alexánder González Pérez, conocido como ‘el Calvo’, en el municipio de El Banco, Magdalena.

Según el periodista Fabián Ramírez (Pulzo, s.f.), estas nuevas versiones provienen de una fuente cercana a ‘la Diabla’, identificada bajo el seudónimo de ‘Evelyn’. Su testimonio ofrece una perspectiva inédita sobre los motivos y la ejecución del crimen.

El testimonio de ‘Evelyn’: Una traición planeada

‘Evelyn’ afirma que ‘la Diabla’ tenía comprada a la Policía y a la Dijín en Aguachica, lo que le permitía operar con impunidad. Relata que un escolta y presunto amante de Zaida Andrea, conocido como ‘Gover’, cometió un error con unas armas y una suma importante de dinero, lo que habría precipitado los acontecimientos. Según ‘Evelyn’, ‘la Diabla’ planeó el asesinato de ‘el Calvo’ para quedarse con el control de sus negocios ilícitos.

«Ella se llevó a ‘el Calvo’ para El Banco y le pidió que sacara 100 millones de pesos para hacer un negocio para comprar unos carros algo así. Álex iba al lado, llegaron a un hotel, ella me mostró la pistola y el celular. El primer tiro de gracia se lo pegó ella a Álex, se lo pegó al lado y cuando llegó dos veces lavó la camioneta», reveló ‘Evelyn’ al periodista Jacobo Solano (@JACOBOSOLANOC, 2025).

La participación de las autoridades y el rol de ‘Gover’

El testimonio de ‘Evelyn’ también pone en tela de juicio la integridad de las autoridades locales. La supuesta complicidad de la Policía y la Dijín en Aguachica levanta serias interrogantes sobre la red de corrupción que permitía operar a ‘la Diabla’. Además, la mención de un escolta llamado Camilo, conocido como ‘el Negro’, quien presuntamente trabajaba para ‘la Diabla’, añade otra capa de complejidad a la investigación.

Es importante destacar que, según ‘Evelyn’, ‘la Diabla’ no regresó a la escena del crimen, contradiciendo otras versiones que circulaban sobre el caso.

El asesinato de ‘la Diabla’ en Medellín: ¿Un ajuste de cuentas?

El asesinato de Zaida Andrea Sánchez Polanco en Medellín, ocurrido el 22 de enero, ha sido objeto de diversas especulaciones. Una de las hipótesis que se manejan es que podría tratarse de un ajuste de cuentas relacionado con sus actividades ilícitas o, incluso, de una confusión con Ángela Lora, hija de un pastor asesinada en la masacre de Aguachica. Sin embargo, esta teoría no ha sido confirmada por las autoridades.

La muerte de ‘la Diabla’ se produjo cerca de la medianoche, cuando fue atacada a tiros mientras intentaba ingresar a un hotel en el barrio Laureles. Tenía 27 años al momento de su fallecimiento.

La negación de ‘la Diabla’ y su temor por su seguridad

Antes de su muerte, Zaida Andrea Sánchez Polanco había negado cualquier vinculación con la masacre de Aguachica en una entrevista concedida al periódico El Tiempo. En esa ocasión, manifestó su desconcierto ante los rumores que la implicaban y expresó su preocupación por su seguridad y la de su hijo, tras la muerte de su pareja, Alexánder González Pérez, alias ‘El Calvo’.

«Creo que no tendrían que decirme nada, ya que no estoy vinculada en ese caso. Queda claro que no fue una equivocación y no tenemos nada que ver», declaró ‘la Diabla’ en la entrevista, según Fabián Ramírez (Pulzo, s.f.).

¿Qué sigue en la investigación?

Las nuevas revelaciones sobre el asesinato de ‘el Calvo’ y la supuesta red de corrupción que protegía a ‘la Diabla’ podrían dar un giro importante a la investigación. Será crucial que las autoridades competentes investiguen a fondo el testimonio de ‘Evelyn’ y determinen la veracidad de sus afirmaciones. Además, es fundamental esclarecer los motivos detrás del asesinato de Zaida Andrea Sánchez Polanco en Medellín y establecer si existe alguna conexión con sus actividades pasadas.

El caso de ‘la Diabla’ y ‘el Calvo’ sigue siendo un recordatorio de la complejidad y la violencia que rodean al mundo del narcotráfico y la corrupción en Colombia.