Petro justifica el "revuelo ministerial", pero se contradice al hablar de la unidad
El presidente Gustavo Petro se ha pronunciado sobre la reciente remodelación de su gabinete ministerial, reconociendo que se debió a una "lucha por los votos" entre sus funcionarios. Sin embargo, también hizo un llamamiento a la unidad para evitar el regreso del fascismo.

El "revuelo ministerial"
En un extenso mensaje en su cuenta de Twitter, Petro reaccionó a una publicación del columnista Álvaro Forero Tascón, quien había vinculado la remodelación del gabinete con las elecciones presidenciales de 2026. Petro reconoció que Tascón tenía razón y que algunos de sus funcionarios habían estado más interesados en la lucha por los votos que en sus funciones.

Creo que Álvaro tiene razón. Un gabinete no debe ser una lucha por los votos del pueblo, se daña así el gobierno y el pueblo. Hay un tiempo para cada cosa, como dice el cantar de los cantares.
Llamado a la unidad
Sin embargo, Petro también hizo un llamamiento a la unidad, advirtiendo que el egoísmo y el sectarismo no podían impedir la colaboración entre las fuerzas democráticas.

La unidad de las fuerzas democráticas es un deber y es imperativa. El ego individual, o el tribalismo, o el ego de grupo sectario, no puede impedirlo.
Petro también habló de la necesidad de derrotar al fascismo, lo que según él requería una acción conjunta tanto en las calles como en el gobierno.
No hay más alternativa que vencer, unos en la política callejera uniendo al pueblo, y otros aquí cumpliendo el programa que beneficiará al pueblo y sus jóvenes y, rompiendo a fondo los mecanismos de las mafias dentro del Estado: la corrupción.
Reacciones
La remodelación del gabinete de Petro ha suscitado reacciones encontradas. Algunos críticos han acusado al presidente de debilitar a su gobierno, mientras que otros han elogiado su voluntad de abordar las divisiones internas.
Queda por ver cómo la remodelación del gabinete afectará a la presidencia de Petro. Sin embargo, está claro que el presidente se enfrenta a un difícil equilibrio entre abordar las divisiones internas y mantener la unidad necesaria para lograr sus objetivos.